Por alguna razón te encontraste con esa persona de tu pasado que no querías volver a ver y te invitó a una cita. O lo hizo alguien que conociste en un café y ahora te enteras de que no está en sus cabales… Si estás a horas del encuentro, pero harías cualquier cosa por no ir, sigue leyendo y conoce las mejores excusas para faltar a un encuentro no deseado. ¡Toma nota y no te obligues a asistir!
1. Mi PC acaba de iniciar su actualización de Windows
Después de media hora recién va en 3% y sabes que no debes dejar que se apague la pantalla. Así no se puede abandonar el equipo. Lo siento mucho.
2. Gastroenteritis
Dios sabe qué habrás comido, pero estás imparable. Sin duda no te volverá a llamar. ¡Perfecto!
3. Mi peluquera me falló y no puedo salir con esta cara, ¡y mi cabello está horrible!
No todo el mundo es Scarlett Johansson, tienes que entenderlo.
4. Mi hámster murió
Si a tu cita le gustan los animales, entenderá. De lo contrario parecerá insensible y ahí tendrás otra excusa para no querer verlo.
5. Estoy encerrado en mi casa. ¡Perdí las llaves!
Puede parecer mentira, pero sucede más a menudo de lo que pensamos. Si aún no te ha pasado, te pasará, y seguro que a tu cita también. Un clásico que no puede fallar.
6. ¿Era hoy? ¡Lo siento, se me olvidó!
La típica excusa… No quedarás muy bien pero ¡a cualquiera le pasa!
7. Tengo demasiado trabajo
En estos tiempos cualquiera entendería qué es tener demasiado trabajo. Es imposible escapar de él. Otra vez será…
8. Tengo que apoyar a mi amiga, acaba de terminar con su novio
Los amigos siempre son primero. Y a menos que tu cita viva en otro planeta, sabrá que no es buena idea entrometerse con dos amigas, y menos si a una la acaban de dejar.
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9. Me quedé dormido viendo una película, ¡no oí tus llamadas!
Esto es lo que pasa cuando el punto 7 es verdad. Si tu plan no sale, siempre puedes quedarte viendo estas Siete películas de bodas: ¡historias para enamorarte!
10. Estoy atascado en el tráfico
Bueno, conociendo la realidad de las ciudades, seguro tu cita también lo está. Será comprensible para los dos.
¿Te sirve alguna excusa? Pon a rodar tu imaginación y verás que consigues la razón perfecta para no ir a esa cita que sabes que no funcionará. Si no se te ocurre nada, ¡lánzate a Internet!
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