Aceptémoslo chicas: los hombres de Marte y las mujeres de Venus. Somos distintos en muchos aspectos, y si bien, en una relación se trabaja para que exista un balance y una armonía entre ambas partes, hay ciertas cosas que ellos jamás entenderán del tan delicado mundo femenino… ¡Y nosotras jamás entenderemos cómo no logran hacerlo! Aquí va un listado de las más comunes.
1. Dar mil rodeos para preguntar lo que queremos saber
¡Cierto! Cuando se trata de preguntar algo importante o íntimo, buscamos ir por lo indirecto y divagamos un poco. ¡Somos mujeres! Es de esperar que busquemos ser cautelosas con ciertos temas que consideramos importantes y prefiramos “preparar el terreno”. Por el otro lado, ¡los hombres no entienden nada de esto! Ellos son directos, si quieren saber algo, lo preguntan y punto.
2. Ritual de belleza por las mañanas vs. dormir un poco más
¿Levantarse dos horas antes para escoger la ropa del día, bañarse, colocarse cremas, maquillarse y peinarse? ¿En qué mundo viven? Y es que, en promedio, a ellos les toma 20 minutos bañarse y estar listos para empezar el día. Jamás entenderán como sacrificamos horas de sueño por lucir radiantes día a día…
Conozca más sobre “Lucia and Fer Wedding Photography” 3. Stilletos … ¡aunque sólo duremos una hora con ellos!
Verdad universal: los tacos nos encantan, nos estilizan y nos hacen sentir dueñas del mundo. Tienen un poder indescriptible sobre cada una de nosotras. Por ello, toda mujer intentará usarlos en cualquier ocasión especial… aún si sólo los aguantamos 60 minutos y después tengamos que colocarnos ballerinas. Los hombres – prácticos por naturaleza – solo entienden la premisa comodidad vs. belleza, no al revés.
4. “¿En qué estás pensando?”
¡Clásico! Chicas, nuestro cerebro está diseñado para pensar mil cosas minuto tras minuto… el de ellos, no tanto. Ellos tienen una increíble capacidad para dejar la mente en blanco y pensar precisamente en “nada”. Por eso, se les hace tan difícil entender cómo podemos insistirles – una y otra vez, una y otra vez – en que nos digan qué pasa por su mente cuando probablemente, sea “nada”.
5. Cambios de humor en “esos días” del mes
Odias, amas, ríes, lloras… ¡en menos de 5 minutos! Nadie nos entiende. Tenemos las hormonas disparadas en una montaña rusa con 5 loops seguidos, por lo que somos cambiantes minuto a minuto. Por más que se lo repitas, no entenderán por qué eres un ángel por un momento y luego el más despiadado villano, que parece botar fuego por la boca cada vez que habla.
6. Él: “¿Que sucede?”…. Ella: “¡NADA!” (Esperando que él lo adivine todo)
¡A más de una le ha pasado! Si algo nos molesta, ¡queremos que ellos lo adivinen! Y que nos insistan, y que se den cuenta y nos digan “sorry, no volverá a pasar”. Sin embargo, la situación no es la misma bajo la perspectiva masculina. Regresando al punto 4, para ellos “NADA”, es exactamente esto. ¡Los hombres son bien prácticos! No indagan más. Por ello, les descuadra por completo que digamos “nada” cuando tengamos la cara más larga del mundo…
7. Que interpretes de mil maneras los mensajes de inbox o whatsapp
Muchas veces, las mujeres “leemos tras los mensajes”, pudiendo interpretar de mil maneras las intenciones del mismo. Para los hombres, un mensaje… ¡es solo un mensaje! No hay que ser especialistas para entenderlo ni descifrarlo: no hay ironías, intenciones dobles o mensajes ocultos. Por eso, jamás entenderán cómo es que somos profesionales descifrando las intenciones del mismo.
8. Amigas y rivales
¡Todas hemos tenido una! Aquella amiga que nos ha jugado un mal rato en algunas ocasiones, o que no ha estado presente cuando la necesitábamos; sin embargo la seguimos considerando para ir a almorzar o visitarla de vez en cuando. Los hombres no entienden nada de esto. Para ellos, la amistad es una y es sencilla.
9. Le damos mil vueltas al problema, aún si ya encontramos una solución.
¡Sí lo hacemos! Debe ser parte de nuestro ADN… Para ellos el problema se termina cuando se encuentra una solución. Punto. Cerrado. Para nosotras, termina cuando nosotras lo decidamos… por más que ya tenga solución. Jamás entenderán cómo después de media hora, podemos seguir hablando del problema.
10. Todas las semanas, empezamos dieta
Siguiendo con la premisa de que “los hombres son prácticos”, para ellos, comes lo que quieres y punto. Sin sentido de culpa, ni remordimientos. Por eso, jamás entenderán cómo es que todos los lunes empezamos “dieta”, ya que cometimos algún “exceso de comida o bebida” el fin de semana…
11. “¡No tengo qué ponerme!”
Así tengamos el clóset reventando de ropa, siempre llegara el momento en que “no tenemos nada que ponernos” y algo nos falta. Es algo que ni nosotras podemos explicar, ¡y mucho menos ellos lo van a entender!
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