En la escuela, en la tienda, en la casa de al lado o en el lugar donde trabajamos puede estar esperándonos la persona con quien compartiremos el resto de nuestras vidas, y es que el destino trabaja de formas misteriosas para hacer que aquellos que deben estar juntos se encuentren. Conoce la historia de Frida y Alberto, una pareja que se conoció mientras trabajan en sus puestos volando para una aerolínea…
La Historia
Hace unos 10 años, Frida y Alberto despertaron y salieron a trabajar en la aerolínea donde son tripulante y piloto respectivamente, sin esperar que aquel viaje cambiaría sus vidas para siempre: sería el día en que se vieran por primera vez.
La amistad surgió tras ese primer encuentro, y desde ese momento sintieron que ambos eran especiales para el otro. El amor surgió, desbordante, como suele pasar cuando dos mitades perfectas se encuentran, hasta que un día conscientes de que ambos se gustaban, empezaron una relación de pareja.
Como enamorados y compañeros de trabajo, Frida y Alberto tuvieron la oportunidad de volar juntos a los escenarios más bellos del mundo. Fue en uno de ellos donde su historia de amor tendría uno de sus momentos más especiales: la propuesta. Aquel viaje era una experiencia soñada, volaron juntos por Estambul, Capadocia y las Islas Griegas hasta que una noche cuando salían a cenar a Santorini, Alberto se arrodilló ante Frida para pedirle que fuera su esposa. ¡Un momento verdaderamente emocionante!
Los Novios
Alberto y Frida eligieron el 28 de mayo como la fecha perfecta para casarse. La preparación de la boda fue un proceso realmente bello en el que ambos tuvieron participación para lograr el matrimonio que siempre quisieron tener.
Frida mandó hacer su vestido a medida a Jessica Brutich, diseñadora que también estuvo a cargo de sus zapatos. Su vestido de líneas románticas y muchos detalles, formó parte de esos elementos que permitieron que su boda fuera realmente única y especial.
El maquillaje de Frida estuvo a cargo de Christian Matta, quien optó por los tonos tierra para iluminar la mirada de esta espectacular novia.
Frida nos cuenta que para su look de novia decidió no llevar mucha joyería, pero sí destacó en ella unos aretes mandados a hacer a Roxana Pardo y como tocado un gancho vintage que adquirió en Patio Shop.
La Ceremonia
Frida recuerda que uno de los momentos más emotivos de esta etapa de su matrimonio, fue cuando su padre la llevó del brazo hasta el altar, ya que fue algo que siempre soñó desde que era pequeña. La emoción aumentaba al ver a su novio, y ya en poco tiempo esposo: Alberto, esperándola y mirándola con amor. Sin duda, ¡un instante repleto de emoción!
Este momento inolvidable se vio sellado en el intercambio de anillos, escogidos por ambos novios en Joyería Ricardo Rivera: dos aros de oro amarillo que destaca por poseer un pequeño diamante en el anillo de Frida.
La Recepción
La recepción de su matrimonio se celebró en el Jardín Vivero Café que se encuentra en Cieneguilla, un sitio campestre y encantador que armonizaba a la perfección con la temática de la boda.
Frida y Alberto eligieron esta localización porque sintieron una conexión especial con el lugar cuando lo conocieron, tanto así que decidieron no buscar más y reservar este hermoso sitio campestre, que además resulta ideal para su boda temática vintage chic.
La comida de la recepción así como la decoración, estuvo a cargo de El Catering de Andrea que deleitó a los novios y a todos los invitados con sus deliciosos platillos.
Uno de los momentos más emocionantes de esta parte de la boda, fue el vals que bailaron los novios. Frida nos cuenta que el nerviosismo de ambos por bailar esta primera pieza juntos como esposos, era tanto que su corazón latía demasiado rápido y la canción quedó corta para el baile que habían preparado, aunque como nos cuenta ella con buen sentido del humor: “nadie se dio cuenta” y quedó en su memoria como un momento único, gracioso e inolvidable.
Todos los momentos especiales de su boda quedaron grabados también en el lente de Uriel Santisteban, fotógrafo encargado de las bellas fotografías de su matrimonio, que logró captar con su cámara una verdadera historia de amor.
Desde Zankyou, felicitamos a los ahora esposos por esta nueva etapa en sus vidas. Esperamos que las aventuras juntos sigan para que así cultiven más recuerdos preciosos en su memoria. Que su amor perdure para siempre y se siga elevando más allá de las nubes.
CRÉDITOS:
Fotografía: Uriel Santisteban | Catering y decoración: El Catering de Andrea| Aros de Matrimonio: Joyería Ricardo Rivera | Aretes de la novia: Roxana Pardo | Tocado: Patio Shop Local: Jardín Vivero Café Cieneguilla | Vestido y Zapatos de la novia: Jessica Brutich | Maquillaje: Christian Matta
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