Las bodas de noche permiten un detalle decorativo único y absolutamente bello: las velas, que crean un clima de intimidad, iluminan sólo lo que necesitamos, acompañan y ambientan con calidez.
Éste es un recurso muy habitual, por lo que, afortunadamente, son variadísimas las opciones a la hora de elegir las velas para la ambientación de nuestra boda. Más pequeñas y más grandes, de cera, de vidrio, en bolsas de papel, para interior o para exterior, el abanico es cada vez más amplio.
Sólo hay que ajustar nuestro presupuesto a lo que deseemos para nuestro evento, dejarnos tentar por las posibilidades y cuidar dos aspectos: la seguridad (no queremos que nadie se queme) y tener en cuenta que si vamos a usar velas como centro de mesa, éstas tienen que ser sin perfume, para que no invada los aromas de nuestros platos.
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