Cuéntale tu día más hermoso. Este es mi objetivo al abordar la fotografía de bodas. Si en las imágenes de retrato creo interactuando continuamente con mis sujetos, en la fotografía de bodas quiero ser un observador discreto y silencioso: los protagonistas son los novios y sus invitados, no el fotógrafo que dirige todo como si fuera un director en un plató de cine. Considérame, junto a mi personal, como un invitado más que interpreta los momentos irrepetibles de un día inolvidable para ti.

¡Con mucho gusto dejo los saltos, las volteretas o las poses de supermodelo a otros! Busco constantemente miradas, gestos y momentos que hagan que cada servicio sea completamente único y que, gracias a un enfoque completamente reportaje, reflejen la naturalidad de todos los presentes ese día.

Quiero emocionarme contigo para poder transmitir esas emociones dentro de la sesión de fotos que no quiere ni debe ser simplemente una serie de bellas fotografías, sino una historia real en imágenes, destinada a involucrarte emocionalmente a ti y a cualquiera que navegará a través de él.

Por elección personal, realizo un número limitado de servicios para poder ofrecer a los clientes que me eligen la mayor calidad y profesionalidad posible: reservar lo antes posible y asegurar mi presencia a su servicio es absolutamente recomendable.

Mis servicios siempre cubren todo el evento. Estoy a su disposición desde los preparativos en casa hasta el final de las celebraciones de la recepción: ¡nunca faltan situaciones y oportunidades para capturar un momento único durante una boda!

Para cada historia, incluso la tuya, necesitas el narrador adecuado.