Es muy común que al momento de acercarse la boda todos se ofrezcan a ayudarte, ya sea tomando fotos, eligiendo el menú o hasta atendiendo a los invitados. Y aunque te agobie o moleste, a veces puede ser difícil rechazar a tus seres queridos si ellos no comprenden tus necesidades o si sus sentimientos pueden resultar heridos. ¿Cómo hacer, entonces? Sigue leyendo para saber cómo decir que no sin que haya tensiones ni malos entendidos.
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1. Evita las tensiones innecesarias
Tú ya conoces a tus familiares y sabes en qué momentos su presencia o sus opiniones pueden ser incómodas. Si por ejemplo, vas a ir a probarte el vestido de novia, no lleves a esa tía criticona que sabes que difiere de tus gustos y no hará más que enojarte el día. Siempre puedes decir que ya quedaste en ir con alguien más y que en la tienda no se admiten más personas, pero que tratarás de obtener otra cita. En este tipo de casos es importante que no cedas ante la insistencia. Te ahorrarás el dolor de cabeza y verás que todo sale mejor.
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2. Recurre a tu wedding planner
A veces en las familias los padres de los novios se ofrecen a organizar la boda. Tal vez pienses que eso puede ahorrarte preocupaciones y dinero, pero al igual que el punto anterior, puede generar tensiones entre familias por todo el estrés que conlleva organizar un evento de este tipo.
Lo mejor es contar con una wedding planner que se ocupe de todo y deje a las familias tranquilas. Como lo dicen Sandra y Verónica Wedding Planners, “hoy en día los novios tienen vidas tan ocupadas que organizar un matrimonio puede ser estresante e incluso desgastador. Creer que una wedding planner aumentará sus gastos es un error, ya que trabajamos con socios estratégicos que nos dan servicios de alta calidad a un menor costo, ahorrándoles dinero y sobre todo su valioso tiempo”. Por lo tanto es esencial que te impongas. Si vas a usar una wedding planner, tus invitados y familiares deben saber respetar tu decisión y entender que es por el bien de la boda y tuya.
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3. Explica tu confianza en los profesionales
Nadie se vuelve experto de la noche a la mañana. Por más que ese primo tuyo insista en que toma excelentes fotografías, si ya cuentas con profesionales encargados para eso, él comprenderá que su ayuda estará de más. Eso no significa que debas prohibirle tomar fotos, siempre y cuando sea por su cuenta.
Con ese mismo ejemplo, asegúrate de que tu fotógrafo garantice un buen trabajo, como el de Álvaro García de Crónica de una Boda, que tiene 7 años de experiencia fotografiando bodas. “La fotografía es una pasión que me lleva a contar historias sin usar palabras bajo la premisa de expresar sensaciones y emociones espontáneas a través de imágenes y video“, comenta. Cuenta con los equipos adecuados y sobre todo la pasión y experiencia que no aún no se encuentra en alguien que recién está aprendiendo o que solo está emocionado por la boda. Así que explícales a tus familiares que agradeces que se preocupen por los recuerdos de la boda, pero que confiarás tu álbum de matrimonio a un experto.
4. Siempre mantén el tacto y buen humor
Por más que estés agobiada por la insistencia de esos seres queridos, trata de que esto no te impida mantenerte de buen humor. Tú los conoces y sabes hasta dónde puedes herirlos con lo que les digas o hagas. Nadie se va a ofender si primero los escuchas con cariño y respeto, y para eso tú misma tienes que ser positiva. Para la wedding planner Liliana Cáceres, esa es una regla para que todo salga bien, “siempre hay que ver el lado positivo de las cosas y siempre hay algo que aprender de cada persona, solo hay que saber escuchar”. Quién sabe, tal vez si escuchas con atención lo que te digan tus seres queridos, podrías sorprenderte.
No hay nada más molesto que la familia quiera interferir o tener la última palabra en los preparativos del matrimonio sin tener en cuenta tus propios gustos. Atrévete a decir que no para que esto no te agobie, pero eso sí, toma estos consejos en cuenta y hazlo de modo que nadie salga lastimado y la boda sea un éxito.
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