Casi siempre los invitados a una boda son personas muy importantes para los novios. Otras veces la invitación se da por compromiso, agradecimiento o porque en algún momento existió una relación cercana que, aunque ahora ya no continúe, significó mucho en su momento. Es obvio que si eres la mejor amiga o hermana de la novia, no tienes ni que cuestionar tu asistencia. Pero si has recibido un parte de matrimonio y no tienes idea de por qué, responde estas siete preguntas para averiguar si tu asistencia es necesaria y tomar la mejor decisión. ¡No vale mentir!
1. ¿Qué tan frecuente te comunicas con los novios?
Puedes medir tu cercanía con los novios o con alguno de ellos según el nivel de contacto que tengan. No es lo mismo un saludo de cumpleaños por Facebook que una llamada telefónica, y mucho menos que juntarse a celebrar. Si has respondido que con esfuerzo se comunican una vez al año, entonces es muy probable que no te hayan invitado por su amistad. Seguramente estén siendo considerados por alguna relación que hayas tenido con ellos en el pasado. Puedes retribuir esa consideración con tu asistencia, pero no pasa nada si no vas.
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2. ¿Quisieras reanudar o fortalecer su amistad?
En el pasado fueron de fiesta cada fin de semana, se contaron secretos y hasta lloraron juntos, pero ahora casi ni se ven. Cuando recuerdas esos momentos sientes: ¿tristeza?, ¿cariño?, ¿indiferencia? Si guardas los recuerdos bonitos, pero no sientes nada más allá, tal vez se trate de una relación de conocidos y no de amigos y no valga la pena que estés ahí, ni para ellos ni para ti. Pero si atesoras esos recuerdos y quieres rehacerlos o formar nuevos, una boda puede ser un buen lugar para comenzar. Al fin y al cabo se trata de un día esencial en la vida de una persona, y estar ahí significa que formas parte de ella. Aprovecha el reencuentro para dejarle saber a esa persona que valoras su amistad y te apena que se hayan alejado.
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3. ¿Frecuentas a los amigos o familiares de alguno de los novios?
Si tu respuesta es no, lo más probable es que tampoco conozcas a nadie en la ceremonia. A partir de acá tienes dos opciones: conocer a las personas de tu mesa que, al igual que tú, se encuentran vivas en la memoria de los novios por alguna razón misteriosa, o, si eres tímida, pasarte todo el rato escondida fingiendo que hablas por el celular. Por el contrario, si ni siquiera sabes los apellidos de la pareja, pero eres la mejor amiga de la prima divertida del novio que sí o sí va a estar ahí, ¿por qué cuestionas tu decisión? Seguro que lo pasarás de lo mejor. Solamente no olvides las 10 cosas inaceptables para un invitado de matrimonio.
4. ¿Ellos fueron a tu boda? ¿Los invitarías?
En estos casos aplica el favor con favor se paga: si ellos fueron a tu boda, te toca ir a la suya. Es más que nada un gesto de agradecimiento, pero piensa que si tú quisiste que fueran parte de uno de los días más especiales de tu vida, ellos te querrán en el suyo aunque no sean los mejores amigos. Si aún no has celebrado ese día, imagina el momento con ellos y sin ellos. Si te gustó más la primera imagen porque es más divertida o emotiva, seguro ellos piensan lo mismo de ti. Pero si te da igual y ni siquiera en tu imaginación notaste la diferencia, ya sabes qué hacer.
5. ¿Te dolería si no te hubieran invitado?
Es típico el escenario en que desearías haber sido invitada aún cuando no tenías pensado ir. Si te pones en este caso, aunque suene a capricho, es porque en el fondo te importa que los novios quieran contar contigo. Imagina que te enteras de su boda por fotos que ves en Facebook y no estás en ninguna de ellas. Si solo darías “me gusta” y pasarías la página está claro que no te afecta asistir, pero si te hace sentir tristeza o resentimiento, agradece que en realidad sí te invitaron y corre a esa boda. Toma en cuenta los 10 tips para ser la invitada perfecta.
6. ¿Puedes incluir los gastos en tu presupuesto?
Piensa en el vestido de invitada, la cartera, los zapatos, el regalo de bodas, el facial para que te veas regia… Uff, todo eso involucra un gasto extra. Si todavía luchas por hacer los pagos de fin de mes, asistir a una boda que no te convence del todo sería una irresponsabilidad. Recuerda que necesitarás ese dinero después. Pero si ya aseguraste tus prioridades y crees que puedes estirar un poco tu cuenta por un día diferente, ¿por qué no? Revisa qué regalarle a un matrimonio, consejos para decidir el presupuesto destinado.
7. ¿Qué te convencería de ir o no ir?
Muchas veces lo único que necesitamos para tomar una decisión es un empujoncito. Así que dejémonos de excusas y pregúntate sinceramente por qué no irías o por qué sí y trata de buscar una solución. Por ejemplo, si te sientes presionada por lo que van a pensar los novios si no vas, quédate tranquila, te aseguramos que ellos estarán pendientes de la celebración y no se detendrán por algo así. Siempre puedes enviar una tarjeta de felicitaciones y disculpas a la vez. Pero si la razón es que te da vergüenza ir sola, relájate y conoce 8 excelentes formas de disfrutar de una invitación si no tienes pareja. ¡No te agobies!
Con estos consejos esperamos que ya hayas tomado una decisión. Si no es así, no pasa nada, pero no lo decidas a último minuto, recuerda que debes confirmar tu asistencia a los novios. Al fin y al cabo ellos son lo más importante.
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