Las diferencias y problemas en una pareja es un hecho normal e inevitable, teniendo en cuenta que cada miembro procede de una familia y de un contexto sociocultural diferente. Sin embargo, adicionalmente a ello, existen muchos comportamientos que empeoran significativamente los conflictos en la relación. En este artículo hablaremos de cuatro conductas altamente destructivas que, de mantenerse en el tiempo, llevarán a que la relación acabe casi con seguridad, pero tranquilos, ya que estas tienen una estrategia que sirve como antídoto.
1. La “crítica”
Es normal y hasta saludable ventilar nuestros desacuerdos en casa, sin embargo, debemos saber distinguir entre una crítica constructiva y una destructiva. La primera ataca la personalidad o carácter del otro, y la segunda puede ir dirigida a algo concreto. Por ejemplo, es diferente decir “Estoy molesta contigo porque no sacaste la basura”, a decirle “Eres un irresponsable, nunca haces nada”. El antídoto a la crítica es quejarte de un comportamiento muy concreto y no de la persona entera.
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2. “Actitud defensiva”
Cuando nos sentimos atacados nos ponemos a la defensiva, lo cual implica negar nuestra responsabilidad, inventar excusas, incluso desviar culpa a la pareja. Con estas actitudes le comunicamos indirectamente al otro que no estamos escuchando realmente o tomando en serio sus preocupaciones. El antídoto es aceptar la propia responsabilidad en una discusión, por ejemplo: “Mira, tienes razón, hoy no he sacado al perro”, “lo que me dices me importa”.
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3. “Actitud evasiva”
Las personas que emplean esta táctica simplemente se niegan a responder. Hacer esto de vez en cuando puede ser saludable, pero hacerlo como una manera típica de interactuar, puede ser destructivo para una relación. Cuando usamos esta táctica a menudo, estamos escapando de la situación, en vez de resolver los problemas; es algo muy físico, probablemente expresemos nuestro desacuerdo con todo el cuerpo, evitemos el contacto visual, crucemos los brazos, miremos hacia otro lado, ya que simplemente no queremos estar ahí. El antídoto es aprender a calmarse, si necesitamos tiempo podemos tomarlo, pero debemos retomar la conversación cuando estemos relajados.
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4. “Desprecio”
Es un signo abierto de la falta de respeto. Se manifiesta con burlas, amenazas, insultos, críticas constantes e incluso agresiones físicas; el mensaje que subyace es “yo soy mejor que tú”, “tú no estás a mi altura”. Esta conducta es la más peligrosa, ya que predice de forma “casi” segura el final de una relación. El antídoto es empezar a considerar las cualidades positivas y las cosas que apreciamos más de nuestra pareja, en lugar de centrarnos en sus defectos.
Ahora bien, todas las relaciones tienen conflictos y periodos de distanciamiento, y puede ocurrir que en algún momento incurramos en algunas de las conductas antes descritas, no obstante, el gran trabajo que tiene una pareja es la de buscar alimentar y reparar su relación de forma sostenida y para lograrlo ambos asumen un enfoque de equipo en el que dan y reciben y trabajan por el bien de la relación, dinámica que permitirá evitar la destrucción.
Si quieres leer más temas de la autora, revisa: ¿Cómo construir una relación de pareja sólida?
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