No todo es color de rosas a la hora de planificar una boda. Entre separar el local, el catering, la lista de invitados… los protagonistas van descubriendo qué tan cierto es eso de que las bodas son un mero negocio más en este mundo cada vez más capitalista, pero hemos de reconocer que nos encantan. ¡Sigue leyendo!
1. Business son business
Por si no te habías enterado las bodas son un negocio. Y muy rentable, por cierto. Es por ello que los proveedores más solicitados y de confianza solicitarán sumas que muchas veces no te parecerán tan módicas. Hay que entender que en sus presupuestos se incluyen múltiples gastos, que van desde el pago de sus oficinas hasta el salario de su personal, para poder ofrecer así un servicio de primera y acorde con lo que esperas. Siempre hay que desconfiar de los presupuestos muy bajos, porque recuerda: siempre recibirás en virtud de lo que inviertas.
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2. Vela por tus proveedores
Llega el día tan esperado y todo luce como lo habías imaginado hasta en el más mínimo detalle. Recuerda que quienes han hecho realidad el montaje de la boda, así como el catering y la implementación son trabajadores que cumplen arduas jornadas para que todo luzca impecable en la fecha indicada y con los tiempos justos debido muchas veces a factores ajenos a ellos. Por ello no te olvides de tener en cuenta en tu presupuesto un refrigerio que contemple lo básico para ellos: desde alguna bebida hidratante hasta un sándwich y alguna fruta. Es un detalle que siempre marcará la diferencia y hará que su labor sea menos tediosa de lo habitual.
3. Más vale prevenir que…
Es muy complicado prever que algo no salga como se esperaba en un matrimonio. Aquí nos referimos a algún accidente que pueda acontecer y que se salga de las manos de los proveedores. Es complicado que a un proveedor con experiencia y reputación algo se le salga de las manos a manera de desastre, pero todo puede suceder. Por ello es importante escoger un proveedor de confianza que nos garantice, al menos, que si surge alguna eventualidad responderá de manera eficiente para solucionar el problema de la manera más optima.
4. Recibes en función de lo que inviertes
Para disfrutar de uno de los días más importantes de tu vida te aconsejamos que escojas proveedores en función de su reputación y que no lo hagas en función de sus honorarios. Para vivir una experiencia especial mereces una inversión que vaya acorde con tus expectativas y la de los proveedores, por lo cual recomendamos negociar de manera consciente. Recuerda siempre que uno obtiene en función de lo que da y esto no es ajeno en el mundo de las bodas. Una inversión en función de la calidad del evento será tu mejor recompensa a la hora del brindis de honor.
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Si este artículo te ha hecho reflexionar acerca de lo que estás dispuesto a invertir y obtener a cambio no te preocupes. Recuerda que hay presupuestos para todos los gustos y todo es cuestión de adaptarse a las diferentes opciones que ofrece el mercado. Si tienes dudas puedes contactarnos. También te recomiendo: Secretos de una wedding planner para tener una boda de ensueño. ¡Cinco trucos infalibles!
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