Dicen que para el amor no existe edad, ni credo, ni condición social, etc. El amor es libre y no tiene barreras, y a veces el amor real, ese amor que estaba hecho para nosotros, puede haber tenido el inicio más inocente y puro, un amor que surge como una ilusión cuando estamos en nuestros primeros años de escuela. Tuve la oportunidad de conocer la historia de Midori y Renzo, una historia de amor real que surgió como un amor platónico, la primera ilusión de un niño por una bella niña cuando estaban en diferentes grados del mismo colegio. Conoce tú también esta bonita historia que nos hace saber que el amor de verdad existe y que una ilusión de niños puede volverse la más bonita historia de amor.
La historia
Hace algunos años un par de niños estudiaban en la misma escuela. Una bonita niña cursaba el primer año de secundaria y era un tránsito importante, el comienzo de una nueva etapa; y un niño, recién empezaba el tercer año de primaria. Para este niño, llamado Renzo, Midori era una persona especial, y como nos cuenta años después, su eterno amor imposible de escuela: aquella niñita a la que siempre correteaba en los recreos.
Hay ilusiones de escuelas que se quedan solo en eso, en amores platónicos que solo piensan en “hubieras”, pero esta historia fue diferente, aunque tuvieron que pasar muchos años para que fuera así. No fue sino hasta 17 años después de aquellos años de colegio cuando su relación empezó, fuera de las aulas y como dos adultos que se encontraron para empezar la más bella historia de sus vidas.
El amor fue creciendo y llenándose de recuerdos inolvidables. Así, según nos cuentan los ahora esposos, Midori organizó para sus treinta años una fiesta diferente: una fiesta temática inspirada en los años 90. En esa fiesta, todos estaban disfrazados, incluso los padres de Midori y los de Renzo. De esa forma Renzo sorprendió a Midori disfrazado de charro, y es que le tenía una sorpresa preparada a su hasta entonces enamorada, a la medianoche.
Cuando dieron las doce unos mariachis entraron a la fiesta y junto a ellos el hasta entonces enamorado, propuso matrimonio a Midori. Los novios iniciaron tras ello todos los preparativos de la boda que siempre habían soñado. ¡Muy romántico y emocionante!
Los novios
Para la preparación de la boda, los novios sintieron mucha ansiedad, nervios y emoción, y es que habían muchos sentimientos encontrados, lo normal en la planificación de un evento tan importante.
Para este día tan especial Midori eligió un vestido de novia de Best Bridal, un atelier que siempre se ha caracterizado por poseer modelos únicos en Lima y de importantes diseñadores. El vestido que eligió Midori en este Atelier fue el segundo que se probó en la tienda. La novia nos cuenta que se enamoró por completo de este modelo, de tal manera que no quiso probarse ningún otro. ¡Y lo eligió para su boda!
Para los zapatos de novia, Midori nos cuenta que visitó muchas tiendas para dar con alguno que le gustara, no obstante, finalmente los mandó a hacer acorde a sus gustos y al vestido que había elegido.
Midori completó su look nupcial con unas bellas joyas compradas en Peruviana Joyas. La joyería que eligió, incluyendo la tiara, fueron elegidas entre ella y su madre, quien la acompañó en todo el proceso.
Para tener el look perfecto en el día de su matrimonio Midori contrató los servicios de Alejandro Romero de Le Rouge Spa quien se encargó del peinado; el maquillaje en este día estuvo a cargo de Cynthia La Maquilladora, Midori nos cuenta que no solo quedó satisfecha, sino muy feliz por su trabajo.
Por su lado Renzo mandó hacer su traje de novia, junto con sus pajes a un sastre de alta costura, amigo de los padres de Midori. Los gemelos del novio fueron adquiridos también en Peruviana Joyas.
La ceremonia
La ceremonia religiosa tuvo lugar en en la Iglesia de Santísimo Nombre de Jesús en Chacarilla. Midori nos cuenta que el momento más importante de este momento fue cuando ambos se dieron el sí en el altar. ¡Emoción a flor de piel!
Todos los momentos importantes de la ceremonia, la preparación de los novios y la recepción, fueron fotografiados por Mario Matallana de Alpamayo Studio. Midori nos cuenta que eligieron a esta casa fotográfica porque ella vio una de sus fotografías en Facebook y se enamoró de su trabajo, en ese momento supo que aquel debía tomar las fotos de su matrimonio. De hecho Matallana también estuvo a cargo de las fotos post boda que se tomaron en Bravo Restobar.
La recepción
Para la recepción de la boda, novios e invitados se trasladaron al local de PetroPerú un sitio ofrecido por una amistad de los novios. El mismo local se encargó de todo lo que se relacionó a la recepción de la boda, incluida la decoración, el pastel de la boda, la comida e incluso el DJ de la boda.
Para la organización de la boda, nos cuenta Midori, no se contó con un organizador, fueron los mismos novios quienes vieron cada detalle de su día especial aprovechando las habilidades de organización de Midori y la carrera de diseño de interiores de Renzo. De esa forma lograron una boda bella y perfecta, en la que sus personalidades pudieron sentirse en cada detalle.
Para la boda no hubo hora loca, pero sí se integró un elemento muy divertido: el photocall, un estudio de fotografía que se implementó en el local de forma estratégica con diferentes accesorios para tomarse fotos muy originales.
Nosotros desde Zankyou le deseamos a esta feliz pareja que ese amor que se tienen siempre se mantenga fuerte y crezca cada día y en cada nuevo paso que den junto. Los amores sinceros, puros y duraderos existen y la mejor prueba de ello es la bella historia de amor de esta pareja. ¡Éxitos y mucho amor los acompañen siempre chicos!
Fotografía: Alpamayo Studio | Joyas: Peruviana Joyas | Vestido de novia: Best Bridal | Maquillaje: Cynthia La Maquilladora | Peinado: Le Rouge Spa
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