El avance tecnológico de nuestra generación es algo innegable. Nos ha tocado vivir una época llena de avances y de modernidad que, si bien es cierto nos facilita mucho la vida, también tiene aspectos que no resultan tan favorables. Uno de ellos es el smartphone. Un invento que ha llegado para quedarse y cada vez ocupa un lugar más privilegiado en nuestro día a día. Los mensajes, las redes sociales, las fotografías, la vida laboral e incluso las aplicaciones que guardamos en él lo convierten en una herramienta fundamental en nuestras vidas. Pareciera ser algo inofensivo, y realmente ¡lo es! El problema surge cuando no logramos establecer los límites necesarios para que su uso no afecte nuestra vida social. Si no es posible alejarnos del celular en las comidas familiares, en las reuniones del trabajo, ni en esa ansiada cena romántica, nuestro smartphone más que una solución, se convertirá en un problema.
Esta dependencia al teléfono móvil creó la llamada nomofobia (no-mobile-phone-phobia) que no es más que el pánico o la fobia que se genera en las personas al salir de sus casas y dejar el celular. El mantenerse interesado en las redes sociales y estar al pendiente del teléfono más que de su entorno real se ha convertido (para nuestro mal) en una tendencia actual que se encuentra incrementando paulatinamente. Este fenómeno fue bautizado en Estados Unidos como phubbing, término que deriva de las palabras teléfono (phone) y esnobismo (snubbing). En otras palabras, los expertos lo definen como el acto de ignorar a quienes nos hacen compañía al poner más interés en el celular u otro aparato electrónico que a las personas.
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Todos tenemos a ese conocido que no puede deja de actualizar sus redes sociales en una comida especial o en un encuentro con familiares o con amigos. Es la típica persona que captura y publica desde los platos servidos, la decoración del lugar, hasta absolutamente cada detalle del momento. Sin dejar por fuera la recepción, revisión y respuesta de los mensajes o notificación que llega a su celular. Hasta este momentos pareciera que estuviésemos hablando del material de trabajo de alguien que vive de las redes sociales, como los influencers, por ejemplo, (que en este caso sería perfectamente válido puesto que es la forma en la que se ganan la vida y requieren contenido constantemente).
El verdadero problema comienza cuando no es por trabajo que se realiza, y realmente el compartir o la reunión quedó solo en las instantáneas compartidas, puesto que el tiempo voló entre imágenes y no en disfrutar del momento con las personas que nos acompañaban. Esta actitud además de ser nociva para nuestras relaciones interpersonales, también puede perjudicar nuestra salud, ya que el uso constante del smartphone puede, entre otras cosas, dañar nuestra vista y generar dolor constante en el cuello.
Al volverse habitual este tipo de conductas suele generar fracturas y daños irreparables, principalmente en las relaciones de pareja. Todos sabemos que un aspecto primordial para tener una relación de pareja exitosa es la comunicación y el phubbing se convierte en una barrera que impide esta fluidez. ¿Sabes por qué?
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El phubbing en las relaciones de pareja
El principal aspecto en la pareja que se ve afectado por el phubbing es la confianza. Para que una relación sea saludable y se perpetúe en el tiempo es fundamental que exista confianza de ambas partes. Lamentablemente este fenómeno despierta celos, que se convierten en causa de grandes discusiones, pues surge una gran pregunta: ¿A quién prefiere contestar mi pareja antes de escucharme a mí?
En este caso lo que se cuestiona es la prioridad entre atender un Whatsapp, stalkear las redes sociales de otras personas o prestar atención al momento presente, dejando en evidencia que el phubbing une a personas que físicamente se encuentran distantes, pero aleja sin remedio a aquellas que se encuentran más próximas.
¿Cómo evitarlo?
Todos somos propensos a caer en el phubbing, sin embargo, está en cada uno de nosotros controlar los impulsos que cada alerta o notificación despierta. Otros aspectos que debes considerar son:
- Establecer prioridades es fundamental, en cualquier ocasión que te encuentres recuerda que quieren compartir contigo una cena, un café, un paseo… Dedica tiempo a esas personas que te acompañan. No des motivos que generen desconfianza e incertidumbre.
- Durante una cena romántica puedes mirar el teléfono cuando vayas al baño o al finalizar la misma, e incluso esta bien si revisas alguna notificación que puedes considerar importante o es esperada. Lo que no debes hacer es engancharte.
- No es necesario compartir todo en las redes sociales y menos si realmente estás disfrutando de un momento especial y privado. Para todo hay límites.
- Es importante registrar bellos momentos. Tomar algunas fotografías que se convertirán en lindos recuerdos está bien. Puedes dedicar un tiempo mínimo a ello, pero procura evitar documentar absolutamente cada detalle.
Recuerda que una relación de pareja necesita de compromiso y dedicación. Y es importante demostrar lo importante que es para nosotros contar con la presencia de esa persona especial, quien debe sentirse valorada y escuchada en todo momento. Las atenciones nunca serán demasiadas pero una sola falla o indiferencia pueden convertirse en el principio del fin de una relación. ¡No lo olvides!
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