Así como cada pareja de novios es diferente, la forma en que deciden celebrar su amor también lo es. Definitivamente, no existe forma correcta o equivocada de hacerlo, y sin importar cómo sea, lo importante es que cada celebración reúna lo mejor de los novios y del amor que se tienen. Ese es el caso de Rosa María y Mauricio, quienes optaron por una celebración distinta, que reflejó amor en todas sus expresiones.
La historia
Rosa María y Mauricio se conocieron en épocas universitarias y la atracción surgió inmediatamente, pero simplemente no se trataba del momento adecuado, ya que ambos tenían pareja. Y aunque el tiempo pasó y continuaron en contacto, fue solo hace un poco más de cinco años que se volvieron a encontrar, pero esta vez ambos estaban solteros. No había más impedimentos para que el romance floreciera, así que luego de salir por unos meses, se hicieron enamorados.
Mauricio quiso que una fecha importante como el Año Nuevo, fuera aún más especial y decidió realizar la propuesta en esos días. La pareja viajó al Cusco con amigos para celebrar, y durante un tour, Mauricio coordinó con el guía para que su auto se “malograra”. Mientras esperaban por el arreglo, ambos se dirigieron a un lugar cercano para comer algo, y ahí fue donde el novio lanzó la gran pregunta. Entre sus nervios y las lágrimas de emoción de Rosa María, ambos se comprometieron. Luego, los llevaron a la Cervecería El Valle, donde todos sus amigos los esperaban para celebrar el futuro matrimonio en Lima. ¡Cerrando con broche de oro el momento!
Preparación de la novia
Como toda novia, Rosa María buscó lo mejor de lo mejor para el gran día. Su vestido fue confeccionado por la diseñadora Daniela Gutiérrez, ex compañera de colegio. Se trató de un diseño con tiras y escote en V, con un saquito de mangas cortas. También contó con un detalle en la cintura compuesto por bordados dorados que a su vez sirvió para afinar y destacar su silueta.
El maquillaje estuvo a cargo de Sandy Frydman, quien además conoce a Rosa María desde pequeña, por lo que comprendió exactamente cuál era el estilo que estaba buscando. El peinado lo realizó Susana Leiva, y consistió en una cola de lado, decorada con flores. Rosa María tenía la idea de utilizar un moño, pero la sugerencia de Susana hizo que el look fuera un poco más relajado, lo que terminó de encantarle.
Los aros los preparó Mary Pisfill, una amiga de la familia. Los zapatos de Rosa María fueron confeccionados por Almudena Miliani y los de Mauricio, fueron adquiridos en Cole Haan. El bouquet lo preparó en Olivia Floristería, y primaron los naranjas, amarillos y fucsias, complementando los colores utilizados por el catering.
La ceremonia
Los novios decidieron que no se casarían por la iglesia, por lo que la boda civil se llevó a cabo el 19 de mayo, y al día siguiente, realizaron una ceremonia simbólica y personalizada, así como una recepción. Optaron por mezclar diferentes “tradiciones” o prácticas, ya que querían que sus amigos y familiares participen de la ceremonia. Así, en un inicio cada uno dijo los votos que había preparado. Ambos olvidaron sus votos en una maleta, por lo que Mauricio tuvo que correr al rescate cuando la ceremonia ya había empezado. “La gente se reía y hacía bromas como ‘se arrepintió’, fue muy divertido” (Rosa María, 2017).
Además, de los votos, le pidieron a ocho personas, entre amigos y familiares, que expresaran algún deseo o felicitación y al escucharlos sintieron una vez más todo el aprecio que les tenían.
Por último, realizaron una atadura de manos en señal de unión infinita. Realizaron esta dinámica inspirados en las ceremonias de matrimonio celta.
La decoración y comida de toda la ceremonia estuvo a cargo de El Catering de Andrea. Colocaron luces en el patio y una pista de baile de madera, así como flores de muchos colores. Los novios sintieron que estos detalles los representaban de principio a fin. En cuanto a la comida, tanto Rosa María como Mauricio son fanáticos de las pastas, por lo que fue el elemento que resaltó en el buffet, así como las carnes y las pizzas.
El encargado de retratar todos los momentos fue Carlos Schult, quien desde el inicio tuvo una gran química con la pareja. En cuanto al video, algunos de sus amigos se encargaron de filmar y editar, pero además, colocaron cámaras GoPro distribuidas por el lugar de la fiesta, lo que les ayudó a captar tomas de sus invitados ‘al natural’.
La pareja quedó más que contenta con este matrimonio lleno de momentos que recordarán por siempre. Sin duda, fue una boda que mezcló diferentes tradiciones, pero que logró representar a los novios de principio a fin. ¡Felicidades Mauricio y Rosa María!
Zapatos: Almudena Miliani | Fotografía: Carlos Schult | Catering: El catering de Andrea | Maquillaje: Sandy Frydman | Florería: Olivia Floristería | Vestido: Daniela Gutiérrez | Peinado: Susana Leiva
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