Sheila y Antonio estudiaban la carrera de Contabilidad y Administración en la UPC. Sin embargo, durante su período de estudio ninguno intercambió palabras con el otro. Al finalizar la universidad, dentro de las actividades de ex-alumnos de la facultad, existe un día llamado “COPA CONTA”, en el cual se comparte un día de deporte con los ex-alumnos de la carrera. Sheila, era coordinadora del equipo de vóley y en ese entonces, Antonio estaba muy interesado en participar, así que se contactó con ella y poco a poco fueron compartiendo sus gustos, deportes y pasiones.
Luego de hablar varios días, él se animó a invitarla a almorzar y esa salida los marcó mucho porque ambos estaban muy nerviosos sin entender la razón, pero a la vez sentían que se conocían desde antes.
Pedida de mano
Estaban por cumplir un año de relación y Antonio invitó a Sheila a pasar un fin de semana en Pucusana. Llegaron a la playa un sábado 18 y él ya se había encargado de realizar una reserva en un hotel para pasar una noche especial acompañados de una hermosa vista y un ambiente acogedor.
El sábado por la mañana disfrutaron de las atracciones que tiene Pucusana, como son la vista, la comida marina y las actividades de noche. Asimismo, la poca iluminación hacia que el lugar se prestara a tener un ambiente romántico. Despertaron el domingo 19, día de su aniversario, empezaron con un desayuno, muy sencillo pero lindo. Ese día lo único que Antonio le pidió a Sheila era que se vistiera de blanco, sin preguntar porqué o para qué, ella cumplió lo que él le pidió.
Ya vestida de blanco fueron juntos hasta el muelle donde había un bote sencillo y ella pensó que solo darían un paseo por la playa. Sin embargo, a los 5 minutos unas personas con las que ya había coordinado Antonio, les pidieron que se pasarán del bote al yate que estaba al lado. En ese momento, Sheila no tenía idea de qué hacer, estaba realmente sorprendida. Desde que ella subió vio que todo estaba decorado con globos, fotos y frases que normalmente usaban como, por ejemplo, “que caray”, “te amo blanquito”, “winelovers”, entre otras.
Todo era demasiado hermoso, almorzaron, tomaron vino, jugaron cartas hasta que pusieron la canción “Sin ti” de Hermanos Cartagena y Antonio comenzó a cantar. Ella pensó que todo estaba muy normal hasta que vio que él se puso muy sensible y empezó a cantar con mucho amor. Se dirigieron a la parte baja del yate donde había un letrero que decía “¿Te casarías conmigo?”, y él estaba arrodillado con el anillo en la mano, diciéndole que ella era lo que mejor que le había pasado y muchas cosas más. Ambos estaban muy emocionados y Sheila le dijo que sí. Fue desde ese momento en el que los preparativos iniciaron para este matrimonio en Lima.
Preparación de los novios
Sheila eligió dos vestidos, uno fue el vestido principal que lo importó de China y el vestido de cambio estuvo a cargo de Rossi Andaya Atelier. Fue amor a primera vista, recibió una buena asesoría y la hicieron sentir como una reina, que es lo que toda novia merece antes del gran día. En cuanto a los zapatos, decidió atreverse por usar el color rojo y para ello confío en Calzados Vicky.
La novia tomó mucha importancia al peinado y al maquillaje, que estuvo a cargo de Lorena Dueñas, a quién recomienda porque desde el principio supo qué es lo que ella quería. Entendió que ella no era una novia clásica sino al contrario, muy vanguardista. Sheila quería tonos en negro con rasgos muy marcados sin llegar al exceso y Lorena Dueñas lo consiguió.
Las joyas que uso el día de la boda estuvieron a cargo de Peruviana Joyas y la corona fue de Amaral Wedding. Los aros fueron obsequio de la madrina y fue realizado en una joyería de la familia.
El bouquet fue elaborado con Georghyna Atelier Floral, a base de colores rojos, yvori y por último negro que le dio el toque final!
Ceremonia y recepción
Se casaron el 17 de noviembre del 2018, aunque el día de su aniversario son los 19 optaron por el 17 porque caía sábado, lo que era más factible. El lugar que eligieron para el matrimonio fue la Hacienda Lomas de Villa, por dos razones. La primera, que está dentro de Lima Metropolitana y la segunda, que tiene una capilla (pequeña pero romántica) y recepción en el mismo lugar.
Las damas se movilizaron en un New Bettle tipo limosina que es propiedad de Madeleine de López y los BestMan se movilizaron en una Hummer.
Para la decoración y planificación de este evento tan especial contaron con el apoyo de Catering Francachela.
Tuvieron dos fotógrafos, el principal fue Lima y Punto quienes se encargaron de las fotografías y de grabar. El segundo, fue su amigo Freddy Cárdenas, quien tuvo el detalle de regalarles las fotos.
Por otro lado, los novios sí quisieron que los invitados se llevarán un recuerdo de la boda y este fue un kit de emergencia que tenía el siguiente mensaje :“En la salud y en la enfermedad, en la fiesta y en la resaca”. El kit contenía una sal de andrews, curitas, halls, chicles y unas barajas personalizadas con el nombre de los novios y detalles de casinos, porque la temática fue de casinos.
Fue una ceremonia llena de emoción desde que inició hasta que culminó. Los novios se llevan recuerdos memorables y desde Zankyou ¡les deseamos lo mejor!
Joyas: Peruviana Joyas y Amaral Wedding | Vestido: Rossi Andaya Atelier | Zapatos: Calzados Vicky | Bouquet: Georghyna Atelier Floral | Decoración y Catering: Catering Francachela |Maquillaje y Peinado: Lorena Dueñas | Recepción: Hacienda Lomas de Villa | Fotografía y Video: Lima y Punto | Transporte: Madeleine de Lopez
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