7 excusas originales para no asistir a un matrimonio: ¡sin quedar mal!

A cierta edad las invitaciones para bodas se hacen más frecuentes de lo común, año tras año no dejan de llegar partes de casamiento y tal parece que todo el mundo decidió unirse. Los primos, amigos y conocidos crecen y empiezan a sentar cabeza y muchos de ellos optan por casarse y uno no siempre tiene la misma predisposición para asistir a todas esas bodas, sea cual sea el motivo. A continuación te enseñaremos un abanico de excusas para ahorrarte esa boda a la cual prefieres evitar.

1. “Voy a viajar”

Una vez que tienes el boleto de avión asegurado, créenos que tienes todas las de ganar. Un viaje implica responsabilidad no solo de ti, sino compartida pues en las reservas, preparaciones e ilusiones están involucradas muchas personas. Seguramente quien te invitó a su boda sabrá entender que este viaje te demandó un gran desembolso monetario, o quizás significa mucho profesionalmente o se trata del destino al que siempre anhelaste ir. Esta excusa, hasta podría ser inventada, pero eso ya depende de ti.

2. “Ahora mismo no tengo trabajo y me viene mal”

Cuando no se está holgado de dinero, esta puede ser la excusa perfecta para que la otra parte comprenda, sin necesariamente dar lástima, aunque eso finalmente no lo sabremos. Lo cierto que es que la preparación para una boda implica un gasto importante. Los hombres se dan el gusto de usar el mismo traje y por ahí solo varían de camisas o corbatas pero en el caso de las mujeres es distinto.

La boda implica comprar un vestido nuevo, cartera, accesorios y complementos adjuntos. Además del regalo, claro está. Entonces hablamos de una cifra que puede afectar la economía de cualquier bolsillo, por lo cual, puedes usar esta dificultad como excusa para ausentarte de esa boda sin sentirte culpable. Para tu día a día, no te pierdas estas 10 excusas para no acudir a una cita. ¡Si no te apetece, no te obligues!

3. “Tengo que trabajar ese día”

Normalmente todos le guardan cierto respeto al trabajo, pues es la fuente que te permite comer y vivir y por tanto es ineludible. Así que si tienes una invitación de matrimonio puedes optar por un “haré todo lo posible para que me den libre, pero no hay nada seguro”. Esta claro que si no sientes apremio por asistir a esa boda no pondrás todo tu esfuerzo para conseguir ese día libre. De todos modos, el anfitrión comprenderá tu situación.

4. “Estoy pasando por un momento personal difícil”

Qué mejor que una ruptura amorosa, con melodrama y exageración incluida para excusarte de una boda. Si acabas de terminar una relación, esta puede servirte de pretexto para declinar la invitación. Los anfitriones, si ya pasaron por esta situación antes, entenderán sin problemas que lo último que quieres oler es amor y toda la parafernalia que conlleva.

5. “Estoy al pendiente de una noticia importante que puede llegar en cualquier momento”

Es esta excusa la que más puertas a la imaginación nos abre: cambio de domicilio, cambio de trabajo, cita para la clínica, etc. Puede que la fecha de la boda caiga exactamente en ese momento stand by en el que todo queda en pausa para abordar ese acontecimiento único que no suele pasar dos veces en la vida. De este modo tienes la justificación perfecta: sueltas la excusa y prefieres no comprometer al ciento por ciento tu participación en tal boda.

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6. “La distancia”

Muchos kilómetros de distancia puede ser la mejor evasiva para ausentarte de esa ceremonia insustancial. Y cuando hacemos uso de esta excusa debemos tomar en cuenta que debe ser una distancia considerable, no vale vivir en la misma ciudad de la boda.

El desembolso de viaje, alojamiento, el costo del tiempo, horas de viaje todo ello suma para que la otra parte entienda que la distancia será un verdadero obstáculo para sumarse a la ceremonia. Y si vives en otro país, mucho mejor, porque la invitación ni siquiera llegará.

7. “Es el cumpleaños de (alguien muy importante) y tendremos cena especial”

Hay cumpleaños y festividades que no son celebraciones comunes, especialmente si se cumple una cantidad importante de años. Tu asistencia a ese onomástico puede significar un espectáculo sin comparación o el reencuentro con viejos amigos o familiares por lo que te puede servir de salvavidas para dejar de asistir a esa boda. El novio o la novia, que es tu amigo pero a duras penas se acuerda de tu cara, no objetará tu asistencia, te lo aseguramos.

Puede que una de estas excusas te siente como anillo al dedo o quizás tu imaginación y las circunstancias te den a luz una nueva coartada. Lo importante es que salgas del apremio y no te sientas obligado a estar en un lugar que no es totalmente de tu agrado. ¡Sé ingenioso y haz lo que te haga feliz! Descubre qué regalarle a un matrimonio según tu presupuesto.