Hace ya algunos años que a la hora de planificar una boda se busca romper con lo tradicional de alguna manera. Una de las formas más simples de hacerlo es con la ambientación, y las bodas de color se fueron convirtiendo en grandes protagonistas de esta tendencia.
El rojo es, tradicionalmente, símbolo de amor y pasión. Por esto que muchas parejas eligen este color cuando piensan en su boda temática, y porque además, es un color que estéticamente queda divino y es muy fácil de combinar. Elegante y sofisticado, queda muy bien tanto de día como de noche.
El toque de color puede darse en pequeños detalles como puede ser el mayor protagonista de la ambientación del lugar, todo dependerá del gusto de los novios, tanto como de lugar donde se realice la fiesta, ya que es un color que tiende a achicar bastante los espacios.
Puede jugarse con los lazos de las sillas y los caminos y centros de mesas, con las lámparas y luces, con las flores, con los almohadones en caso de que haya livings, con detalles en la torta de bodas, y aplicarse a todos o muchos de los elementos que compongan el evento.
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