Luna de miel en Marruecos

Marrakech

Nada más llegar a Marruecos, seguro que vuestro primer destino será Marrakech. En esta ciudad amurallada, descubriréis que todos los caminos de la medina os llevarán hasta la Plaza Jemaa el-Fna, el punto central de la ciudad. Un lugar que os dejará asombrados por lo que podréis ver, desde encantadores de serpientes, monos de la Berbería, vendedores, predicadores… ¡Una increíble congregación de personas de toda clase y religión!

A lo largo de la medina de Marrakech también veréis todo tipo de zocos, abiertos prácticamente durante todo el día y donde encontraréis desde especias, ropas, tintes, frutos secos, bolsos… ¡De todo lo que os podáis imaginar! Otra de las visitas indispensables en Marrakech es el Palacio Bahía con preciosos jardines árabes y un harén con su patio central rodeado de las habitaciones de las concubinas. También tendréis tiempo para conocer sus mezquitas y dejaros llevar por su encanto árabe.

Desierto de Merzouga

Uno de los desiertos más espectaculares del mundo es el Desierto de Merzouga por lo que no os podeis perder la increíble experiencia de pasar una noche en el desierto contemplando las estrellas. Lo más aconsejable es coger un tour en 4×4 para atravesar su mar infinito de dunas que cambian de color a lo largo del día hasta convertirse en un rojo incandescente al caer el sol. Podréis optar por dar un paseo de lo más romántico en camello por las dunas de Erg Chebbi mientras disfrutáis de la paz y la tranquilidad de este paisaje.

Una vez hayáis disfrutado de la plenitud del desierto, debéis acercaros al pueblo de Merzouga y conocer sus casas de adobe que se mimetizan a lo lejos con el color de la arena. El lugar perfecto para degustar la más exquisita gastronomía del país. En los alrededores de este pequeño pueblo, podréis conocer Khamlia, el lago Dayet Srij -visible solo en temporada de lluvias, entre junio y septiembre-, o Taouz, una pequeña localidad con una gran riqueza geológica.

Tánger

Tánger fue, durante la década de los 20, una ciudad moderna y abierta, un lugar donde se reunían gentes de tres religiones: musulmana, cristiana y judía. En esta ciudad se establecieron importantes personajes del arte y la cultura de todo el mundo. En esta ciudad no os podéis perder sus casas blancas, el museo Dar El Mandoub, la vieja Kasbah que sirvió de palacio y la gran plaza 9 de abril, donde descansar y tomar algo mientras disfrutáis del entorno.

Aprovechando la visita a Tánger, podéis acercaros a conocer las grutas de Hércules o el Cabo Espartel, dos lugares que merece la pena visitar en vuestra luna de miel a Marruecos. También, desde este punto, podréis visitar un pueblo con mucho encanto, Asilah, una medina llena de casas blancas con puertas y ventanas azules con vistas al atlántico.

Telouet

A pesar de no ser de lo más turístico de Marruecos, La Kasbah de Telouet es una visita muy recomendable, y muy poco conocida por turistas. Se trata de una antigua Kasbah Glaoui situada a 1600 metros de altitud donde se encuentran los restos de un antiguo palacio de estilo andalusí. Aunque algunas zonas se encuentran en ruinas, en el año 1950 algunas fueron restauradas y se pueden visitar estancias que os dejarán sin palabras.

Cuando lleguéis a las ruinas, pararos un momento a disfrutar de uno de los salones donde se encuentra una de las zonas más representativas: una ventana desde donde podréis contemplar unas maravillosas vistas de los alrededores.

Fez

Sin duda, Fez es una de las ciudades medievales más bonitas del mundo por lo que no puede faltar en vuestro itinerario. Para comenzar, lo más recomendable para conocer Fez es perderse por sus callejones que forman un caótico laberinto en la Medina Fez-el-Bali, que data del siglo VIII. Otro de los enclaves que no puede faltar en tu lista de cosas que ver en esta maravillosa ciudad es la Puerta Azul, una puerta de tres arcos decorados con mosaicos de azulejos de color azul. Es un punto muy animado de Fez por lo que podéis aprovechar para descansar y tomar un café en una de las terrazas que hay alrededor.

Visitar una ciudad es conocer su cultura y su religión, en Fez cuentan con Madrasa Bou Inania una de las escuelas coránicas más importantes. Todavía quedan más lugares por visitar, como el Museo Nejjarine de Arte y Artesanía, un edificio que merece la pena conocer ya que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Seguro que también os podréis sorprender por la gran cantidad de fuentes que hay por toda la ciudad y todas ellas decoradas de diferentes colores. Pero, en esta ciudad, también se encuentran zocos muy interesantes y que os encantarán, como Zoco Attarine, Zoco Nejjarine o el Zoco Chemainne.