Luna de miel en Disneyland París

Fantasyland Es uno de los mundos imaginarios en los que se divide Disneyland Park y es el área de referencia en el parque. Se trata del espacio más infantil de todos, dedicado a las historias clásicas, es decir, cuentos de hadas y princesas, y quizá por ello tenéis que visitarlo: a la hora de revivir la magia Disney, es mejor empezar desde el principio, desde los cimientos de la fantasía. Aparte de albergar el desfile de inicio y el espectáculo de cierre, también cuenta con el famoso castillo de la Bella Durmiente: el emblema del parque y el telón de fondo perfecto para la foto de recién casados. Es el lugar por el que pululan los personajes de siempre, los que construyeron el reino Disney, y cuenta con atracciones como It’s a small world, una de las más populares. Adventureland También en Disneyland Park, cambiamos completamente de paradigma con Adventureland: tierra de desiertos, mares, rocas y tesoros. Es un entorno de aventura total, de espacios prohibidos y elementos brillantes, quizá por eso da cobijo a las atracciones de Piratas del Caribe y de Indiana Jones. Estos dos mitos del cine configuran experiencias más adultas en materia de atracciones, pues visitaréis Disneyland París no solo por su magia, sino por sus altas dosis de adrenalina. Front Lot – Disney Studio 1 La incorporación de Walt Disney Studios a la ecuación ha sido un acierto en toda regla, pues acerca mucho más al público la realidad de la marca Disney. En esta área concreta, podréis pasear por los escenarios de algunas películas y ver de cerca las entrañas de la industria Disney. Un recorrido con tintes de antaño, pues se aprecia la esencia del Hollywood clásico que vio nacer este sueño común. Y esta experiencia puede ampliarse y confirmarse en la siguiente área, Production Courtyard, donde continúa la aventura por el mundo del cine de siempre. Backlot Es el espacio más rompedor del parque, ya que está centrado en la velocidad y los efectos especiales. Muy pronto pasará a llamarse Avengers Campus, destinado al mundo Marvel, con la consiguiente reinvención del concepto. Pero mientras se concreta esta fase, aquí manda la adrenalina pura y dura, sin filtros, escenificada perfectamente en atracciones como Rock ‘n’ Roller Coaster. Lo que más merece la pena de esta zona, y posiblemente de todo el complejo, es el espectáculo Moteurs… Action! Stunt Show Spectacular, que combina las bondades de una atracción con el show más explosivo y gamberro a base de espectaculares efectos especiales. Disney Village Aunque todo el parque está repleto de servicios, Disney Village es el lugar de entretenimiento por excelencia, dejando las atracciones propiamente dichas a un lado. Relucen con especial intensidad su cine de quince salas y el IMAX en Cinémas Gaumont, una sala de juegos llamada Disney Stadium y la Sala de conciertos Billy Bob. Además, el PanoraMagique se erige como uno de los grandes atractivos del parque: un globo de helio desde el que observar la grandeza del parque desde el cielo. En cuanto a tiendas, se aglutinan en el Disney Village la Disney Fashion, con ropa y accesorios de la marca; la Disney Store, dedicada, sobre todo, a juguetes, peluches y otros objetos Disney; The Disney Gallery, centrada en el arte y artículos de edición limitada, genial para coleccionistas; World of Disney, hasta arriba de juguetes y souvenirs; World of Toys, con más juguetes, disfraces y accesorios, y la mítica The LEGO® Store, un paraíso para el amante de estas pequeñas joyas. A nivel de restauración, la oferta es amplísima, pero destacan tres tótems americanos: Planet Hollywood, Rainforest Café y, sobre todo, Buffalo Bill’s Wild West Show, que introduce al comensal en un a experiencia 100% tejana con extra de espectáculo en directo. ¿Se os ocurre un plan mejor? ¿Cuándo ir a Disneyland París? A nivel climatológico, os recomendamos viajar a Disneyland París entre abril y octubre, ambos incluidos. Dentro de esta franja, los mejores meses son mayo y junio para asegurar un clima más templado que en julio y agosto. En cuanto a la afluencia de personas y a los precios, los meses más económicos y tranquilos son enero, febrero y marzo, pero también los más fríos y lluviosos; en este sentido, puede haber atracciones cerradas o espectáculos temporalmente cancelados. Así, lo más aconsejable sería visitar el parque en uno de los períodos más habituales (entre abril y octubre), pero escoger los días entre semana para aprovechar el horario escolar. En este sentido, es importante elegir fechas que no coincidan con los períodos vacacionales más habituales a nivel mundial, pero este es un consejo generalizado para todas las lunas de miel del mundo.