¿Te imaginas conocer al amor de tu vida y tener que vivir lejos de él por casi diez años? A muchos les parecería difícil, sin embargo, cuando los sentimientos son verdaderos, las cosas fluyen sin importar los altibajos o kilómetros que los separen. Esta es la historia de Carmen y Giuliano, una pareja que sabe realmente lo que significa la distancia y cómo superarla.
La historia
La pareja se conoció en Cusco en 2004, cuando ambos tenían 15 años. Carmen vivía en Bolivia y Giuliano en Cusco, se encontraron por una festividad, ya que sus padres eran danzarines y además, amigos de muchos años. Pese a todo, ellos nunca se habían cruzado y esa fue la ocasión perfecta. Al instante, hubo una conexión especial, y aunque continuaron viviendo lejos el uno del otro, mantuvieron el contacto, a través de mensajes y llamadas.
Continuaron su amistad durante dos años, hasta que en 2006, Giuliano se animó a pedirle que fuera su enamorada. La relación no fue fácil, ya que se veían cada seis meses, aproximadamente, pero aprovechaban esos días al 100%. En esa época, Giuliano ya vivía en Bolivia, pero Carmen volvió a Perú, por lo que la distancia seguía imponiéndose en su historia. Fue así hasta el 2013, que llegó su primera hija, y luego de que él culminara sus estudios, empezaron a vivir juntos.
En 2016, en una noche que ambos mantenían una conversación, Giuliano la sorprendió cuando, de pronto, se arrodilló y le hizo la pregunta esperada. Carmen no se lo esperaba, pero la respuesta fue un rotundo sí. Y allí empezaron los preparativos para este matrimonio.
Los preparativos de los novios
La organización de una boda no es nada fácil; sin embargo, esta pareja decidió encargarse de primera mano de todos los detalles, animados pues sabían que contaban con el apoyo y ayuda de ambas familias.
Para el gran día, la novia utilizó un vestido hecho a medida, de corte princesa, con encaje y pedrería, así como un velo de dos metros de largo, como para cuento de hadas. Fue diseñado en México, por Cervero y Zamudio Sposa. En cuanto a los zapatos, utilizó dos pares: uno para entrar a la iglesia, adquiridos en el Palacio de las Novias, y un par para la fiesta, de tipo zapatilla alta y traídos desde México.
El maquillaje y peinado estuvieron a cargo de Carol Acosta Makeup. Ella fue la encargada de dejar a Carmen lista para impresionar no solo al novio, sino a todos los invitados. El ramo fue realizado por Rosatel, siguiendo un estilo vintage, con un tallo alto, rosas en tonos lilas, blancos, y acompañadas con otras flores.
En cuanto al novio, utilizó un smoking clásico en color negro, confeccionado en Ternos Maranatha. Giuliano también llevó consigo una cadena con el anillo de bodas de su abuela materna y los gemelos de su abuelo paterno.
La ceremonia
La boda se realizó en Cusco, el 27 de octubre de 2018 y el lugar elegido fue la Hacienda Canopata. La ceremonia fue especial, ya que el programa fue personalizado para los novios. La hija de la pareja llevó los aros en un porta aros tejido por la abuela materna de Carmen, haciendo el momento aún más especial. Además, contaron con la presencia de un quinteto de cuestas, bajo la dirección de Abel Gonzales Valenzuela. Ellos estuvieron no solo en la ceremonia religiosa, sino también en la civil.
La decoración de la boda, así como el catering, estuvo a cargo de Arrecife Servicios. La temática que buscaron explotar fue vintage, utilizando una paleta de tonos morados y lilas. Algunos elementos de la decoración fueron creados por la mamá de Carmen, entre ellos el libro de firmas, un detalle muy especial que la pareja atesorará por muchos años.
En cuanto a la comida, tanto los novios como los invitados disfrutaron del banquete y catalogaron la cena de espectacular. La torta, que también recibió muchos elogios, fue realizada por Catalina Menta.
Miguel Carbajal fue el fotógrafo a cargo de la boda. Con su talento, Miguel logró captar los momentos más dulces de la pareja y las primeras miradas como esposos, además de guardar otros recuerdos de los invitados y de una de las noches más especiales de sus vidas. Por otro lado, el videógrafo fue Martin Barreros, quien también capturó las escenas más significativas para la pareja.
El primer baile como esposos fue una coreografía creada por ambos, lo cual hizo el momento aún más especial. La canción elegida fue A thousand years, de Christina Perri, en versión acústica.
Los invitados también bailaron toda la noche, y lo hicieron al ritmo del DJ Manolo Ruiz. Además, se divirtieron con una hora loca con temática de Paucartambo. En cuanto a los recuerdos, los novios otorgaron toritos de pucará, decorados en lentejuelas por ellos mismos.
Para esta pareja, la distancia no fue un camino fácil, pero ambos comprobaron que el amor terminó siendo más fuerte. Después de casi 15 años, llegaron al altar en una dulce noche, llena de detalles significativos y rodeados de las personas más especiales para ellos.
Vestido: Cervero y Zamudio Sposa | Maquillaje y peinado: Carol Acosta Makeup | Bouquet: Rosatel | Terno: Ternos Maranatha | Local: Hacienda Canopata | Decoración y catering: Arrecife Servicios | Torta: Catalina Menta Bakery | Fotografía: Miguel Carbajal | Video: Martin Barreros | DJ: Manolo Ruiz
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