Cuando Diana y Renato se conocieron en el trabajo no imaginaron que terminarían juntos. Pasaron años para descubrirlo y, hoy, después de una boda maravillosa llena de magia y cariño, saben que será para siempre. Descubre la historia de esta pareja que se unió en un matrimonio cargado de detalles y elementos simbólicos que reflejan su verdadero amor.
La historia
En el año 2005, Diana y Renato pertenecían a distintas áreas de la misma empresa. Se conocieron, formaron una amistad y cuatro años después, en 2009, empezaron una relación más cercana. Para ellos, cada 20 de noviembre encerraba un significado muy especial porque es cuando se convirtieron en enamorados. No imaginaban que ahora esa fecha sería más importante aún porque se convertiría en el día de la pedida.
Ese camino empezó en un viaje en Cusco cuando, para celebrar un año más como enamorados, Diana organizó recorridos por la ciudad imperial. “Yo planeé todo para pasar un fin de semana juntos”, recuerda, “por eso en la vida me iba a imaginar que ahí iba a ser la pedida”. En ese viaje, tras visitar el valle Sagrado y otros puntos turísticos, Diana y Renato fueron a cenar a un restaurante francés. Era 20 de noviembre del 2015, y fue ahí donde él le recordó todo el tiempo que habían estado juntos y lo feliz que quería hacerla. Entonces sacó un hermoso anillo y ella no dudó en decir que sí. “Fue muy lindo porque ese día coincidió con el día en que nos habíamos hecho enamorados y ahora nos hacíamos novios”, cuenta Diana emocionada.
La preparación
Ahora que el sí estaba dicho, llegó el momento de comenzar con los preparativos para celebrar su matrimonio en Lima. Ya que ambos trabajaban a tiempo completo, decidieron que un punto clave era contar con una wedding planner: Carla del Castillo. Fue ella quien los guió en la elección de proveedores y facilitó esta etapa para que los novios pudieran disfrutar más. Aun así, cuenta Diana, “fue demandante porque teníamos varias reuniones, pero siempre estábamos presentes los dos. Hemos trabajado juntos en todo”.
Para su gran día, Renato eligió un terno de Yorgo Stratouris, mientras que Diana optó por un diseño de Amaro Casanova del que quedó enamorada. “Visité varias casas de vestidos, pero nada me convencía”, dice, “En cambio, Amaro me capturó la idea. La falda del vestido es desmontable, entonces da un look en la parte religiosa y otro en la fiesta, donde me quité esa parte y estuve más cómoda”.
El lugar elegido para alistar el maquillaje y vestuario antes de la boda fue el Hotel B, un espacio que Diana recomienda mucho por sus atenciones y fondos para unas fotos perfectas: “tengo amigas que se han alistado en su casa, pero las fotos de novia van a quedar para siempre, y en el hotel me encantaron todas las locaciones”.
Para acompañar el vestido, Diana eligió unos zapatos de Jessica Butrich y un maquillaje impecable de Bertha Yanama.
La ceremonia
El 20 de mayo del 2017, se reunieron 250 invitados para presenciar el inicio del futuro de Diana y Renato. Tanto la boda religiosa como la civil se realizaron el mismo día en diversas áreas del Club Las Lagunas de La Molina. Las alianzas de oro, regalo de una tía de Renato, fueron el elemento simbólico en una unión esperada. Envuelta por las voces del coro Voces y Cuerdas, Diana lució un vibrante ramo de tonos rojos diseñado por Cecilia Barriga. Y frente a una laguna y un hermoso arco de flores, los novios finalmente se dieron el sí.
Uno de los puntos clave en la boda fue la decoración de temática oriental que Diana eligió en homenaje a la cultura china presente en su familia: su abuelo es chino y, a pesar de que falleció hace muchos años, su historia está arraigada en los lazos familiares. Diversos elementos como las grullas dibujadas en los partes diseñados por Adrián Contreras de Partes Adrián, los globos de papel o los abanicos de madera con estilo chino para las invitadas fueron un ejemplo de ello.
Pero sobre todo resaltaron las más de 800 grullas de papel que colgaron de las ramas de los árboles, y que fueron hechas a mano por las sobrinas, hermana, tía y mamá de Diana. “En la cultura oriental, regalar grullas de papel se asocia a tener salud, bienestar y felicidad”, explica la novia -ahora esposa- y asegura con cariño que el hecho de haberlas recibido por sus familiares para su boda “es un recuerdo que me va a quedar para toda la vida”.
Cada momento fue captado por el lente del fotógrafo Gary Manrique, con quien la pareja congenió desde su sesión preboda y a quien no podían dejar de llamar para esta ocasión. “Quedamos fascinados con su trabajo”, dice Diana. Además, contaron con el servicio de videografía de Producciones The One, quienes utilizaron un dron para captar escenas extraordinarias con las mejores vistas.
La recepción
Después del camino hacia el altar, fue momento para los recién casados de celebrar junto a sus amigos y familiares. Todos disfrutaron con el catering de Mónica Tremolada y la música de DJ Paul. Como parte de la decoración oriental, en cada mesa para los invitados se colocaron galletas de la fortuna.
Más impresionante aun fue la danza de leones chinos a cargo del Grupo León, un espectáculo oriental donde bailarines se disfrazan e imitan los movimientos del león, y que usualmente se realiza para celebrar el año nuevo. “Los leones simbolizan la prosperidad, la buena suerte, un nuevo comienzo”, cuenta Diana, “Se les da de comer simbólicamente y ellos escupen la comida en la cara como una forma de esparcir la buena suerte”. Parte del elenco del Grupo León estuvo conformados por amigos de los novios y pudieron ver como efusivamente pusieron intensidad en su participación, lo cual lo hizo aún mas especial.
Más adelante se dio paso a la hora loca gracias a La Hora Cotillón, donde se siguió con la temática china: muñecos de gato de chifa o el oso de Kung Fu Panda pusieron a todos a bailar. La seguridad estuvo a cargo de Pancho Security.
Uno de los momentos más esperados por la pareja fue el show de baile para el que habían estado ensayando junto al experto Luco del Castillo de Kunda Show Coreográfico. Por ser Bob Marley uno de los artistas favoritos de Renato, representaron una coreografía del tema Is This Love. “El coreógrafo nos dijo que era la primera vez que alguien bailaba reggae”, cuenta Diana, “y eso, además del tema chino, son cosas que nos representan y que queríamos transmitir en nuestra boda”.
Finalmente, la pareja se lleva de la boda los recuerdos más hermosos junto a sus seres queridos. Y aunque los preparativos hayan sido agotadores, Diana comenta que “todo ha sido con mucho cariño, corazón y sentimiento, y eso refleja lo mucho que nos queremos y lo que queríamos recordar de ese día”. Ahora es momento de planificar juntos nuevas aventuras que se convertirán en recuerdos para toda la vida. ¡Felicidades!
Fotógrafo de bodas: Gary Manrique | Filmación de bodas: Producciones The One | Vestido de novia: Amaro Casanova | Zapatos de novia: Jessica Butrich | Terno de novio: Yorgo Stratouris | Partes: Partes Adrián | Anillo de compromiso: Joyas Portocarrero | Wedding Planner: Carla del Castillo | Catering: Mónica Tremolada | Ramo: Cecilia Barriga | Maquillaje: Bertha Yanama | Coro: Voces y Cuerdas | Hotel: Hotel B | Local de recepción: Club Las Lagunas de La Molina | Música: DJ Paul | Seguridad: Pancho Security | Hora Loca: La Hora Cotillón | Espectáculo de leones chinos: Grupo León | Clases de baile: Luco del Castillo de Kunda Show Coreográfico
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