Dios nos marca el camino para que podamos encontrar a esa persona especial con la que compartamos el resto de nuestras vidas. Y como Dios estaba presente en la vida de Daniella y Bruno, cruzó sus caminos para que se conocieran y algún tiempo después, iniciaran su hermosa relación. Conoce la historia de esta hermosa pareja que celebró, en mayo pasado, su matrimonio en Lima.
La historia
En el 2011 Daniella y Bruno asistieron, cada quien por su cuenta, a un retiro cristiano. En aquel entonces Daniella asistía a la iglesia de Alianza Cristiana de Miraflores mientras que él a la de Monterrico. La novia nos cuenta que desde ese primer encuentro Bruno llamó su atención y aunque en el retiro no intercambiaron palabras ni nadie los presentó, al terminarlo Bruno agregó a Daniella al Facebook. No iniciaron las conversaciones de inmediato y de hecho no fue hasta el 2015 cuando recién tuvieron su primer intercambio de palabras, y es que en aquel año Daniella entró a trabajar en un colegio en el que conoció a una chica que iba a la misma iglesia que Bruno y que lo conocía desde que era un bebé. Esta amiga en común sería quien propiciaría aquella primera comunicación entre los futuros novios, aunque a través de Facebook. Tras esa primera plática, quedaron en verse en la iglesia de Miraflores.
Con el pasar de los meses la pareja inició su relación aquel mismo año, en agosto. Dos años después, en abril de 2017 las cosas cambiarían para bien. Los enamorados habían planeado un viaje a Huaraz junto con unos amigos y a Daniella le sorprendió mucho que sus padres le dieran permiso para ir con su, hasta ese entonces, enamorado. Aquel día, ya en Huaraz, los amigos iniciaron una caminata hacia la laguna 69, pero debido a que Daniella tuvo inconvenientes en el trayecto decidieron parar y buscar un lugar hermoso para descansar. Fue en ese momento que Bruno le pidió que subieran por unas piedras para hacerse unas fotos y en medio de aquel maravilloso escenario natural de Ancash le pidió matrimonio. ¡Fue muy emocionante!
Los novios
La pareja nos cuenta que desde un inicio tenían algo muy claro con la planificación de su boda: no querían nada de lujos, querían algo sencillo, pero hermoso que se quedara en el corazón de sus invitados y como parte de sus más hermosos recuerdos. Así Daniella decidió ocuparse de muchas cosas por su cuenta, pero al darse cuenta que era demasiada la presión cuando tuvo que organizar el civil y el brunch, decidió hacer todo lo del matrimonio religioso con anticipación y dejarle los detalles del gran día al catering de su matrimonio.
Entre los preparativos previos, estuvo la elección del vestido de la novia. Daniella tenía en mente que no quería comprar un vestido hecho porque tiene un gusto especial, bastante perfeccionista y detallista, así que no tuvo mejor idea que ir a la tienda de una prima de su mamá: Bodas y Estilos donde eligió un modelo sencillo con encaje arriba y con una caída en el faldón que simplemente le encantó. Para la ceremonia, Daniella decidió llevar una falda de tul que se ponía sobre el diseño y que presentaba una pequeña cola, era perfecto porque luego podía quitársela para disfrutar plenamente de su recepción.
La novia decidió romper los convencionalismo y no llevar tacones ni zapatos de gala para su boda. En su lugar prefirió unas cómodas zapatillas Kate Spade brillantes que mandó traer desde Estados Unidos.
En cuanto a su maquillaje y peinado, Daniella consiguió, a través de Instagram a dos talentosas jóvenes que hasta ese momento no habían brindado su atención a novias. Eligió a una chica: fiorenza_peinados para que hiciera para ella una trenza (peinado en la que la joven era experta). El maquillaje se encargó a Mirandas makeup y encantó a la novia de principio a fin. En sus manos, para completar su look nupcial, la novia llevó un hermoso ramo con bastante follaje y dalias blancas encargado a Sirius.
En cuanto a Bruno, él consiguió su traje en Zara. El terno que eligió era de color azul y una camisa blanca. El conjunto hacía juego con unos zapatos marrones.
La ceremonia y recepción
Por fin llegó el gran día. Era el 5 de mayo de 2018 y todo estaba listo. Eran las vacaciones de Daniella y tenía toda la libertad para disfrutar de su momento. Tanto la ceremonia como la recepción se celebraron en el mismo lugar. Los invitados, a quienes con anticipación se había hecho llegar unas hermosas invitaciones diseñadas por los novios que se imprimieron por Impresso ya estaban en el local esperando la llegada de los novios.
Antes de ir a dar el “sí, acepto” ante Dios la pareja se reunió a ciegas para orar juntos. Fue una experiencia hermosa en el que se podía sentir la bendición del Creador sobre los futuros esposos.
El momento de la ceremonia también fue inolvidable en aquel hermoso local en Cieneguilla. Diego Igza , el fotógrafo de la boda, a quien la pareja había contratado tras ver su maravilloso trabajo en bodas de amistades, fue el encargado de inmortalizar cada momento. El video estuvo a cargo de Diego Romay, quien era un amigo de Bruno y que hizo un trabajo que fascinó a todos los que lo vieron.
Uno de los más emotivos de la ceremonia fue el intercambio de aros que hizo la pareja, las alianzas de matrimonio fueron un obsequio de la madre de Daniella hechos en oro en símbolo de su amor eterno.
Tras la ceremonia, mientras lo novios realizaban su sesión fotográfica, los invitados pasaron al espacio destinado a la recepción de su boda.
Tanto la decoración de la ceremonia como de la recepción y el catering eran sublimes y fue un trabajo detallado hecho por Marcia Riva Catering.
Como uno de los focos de la recepción estaba un magnífico pastel de bodas hecho por Dolcella, un naked cake sobre el cual se encontraba en trupán los apellidos de la nueva familia.
Otro punto que llamaba la atención era la mesa de niños que los novios habían preparado con mucho cariño y para la cual compraron dulces para hacer packs para cada pequeño asistentes; además Bruno hizo unos clipboards con actividades con la temática de su matrimonio para que los niños de la boda pudieran entretenerse. Daniella también hizo unas pizarras con lettering para la mesa de niños (¡y también para la barra!).
Para el toque musical de la fiesta se contrató a DJ Naoki DjNao que fue recomendado por una amiga de la pareja. Fue aquel quien puso la canción que permitió a la pareja tener su primer baile como esposos. El tema que los novios habían elegido era “Two Little Words”, Daniella nos cuenta que buscó muchas canciones en Internet que tuvieran lo necesario para un momento tan especial como aquel y esta era simplemente perfecta.
La fiesta fue muy divertida y tuvieron una hora loca especial con cotillón que compraron en el centro de Lima y que los mozos y amigas de la novia se encargaron de repartir entre los invitados.
La pareja acaba de cumplir tres meses de casados y para ellos la experiencia ha sido maravillosa. Nos cuentan que cada día se aprende algo nuevo y que se ayudan mutuamente en todo buscando siempre lo mejor para ambos. Son conscientes de que cada risa, cada pela, cada discusión, cada experiencia, son parte del proceso y les sirve muchísimo para hacer más fuerte su relación. Nosotros, desde Zankyou les deseamos a la pareja que sigan disfrutando de cada momento juntos, despertando al lado del otro bendecidos por siempre por la Fe que los unió desde su primer encuentro.
Fotografía: Diego Igza | Vestido de novia: Bodas y Estilos | Zapatillas de novia: Kate Spade | Terno y zapatos del novio: Zara | Peinado: Fiorenza Peinados | Maquillaje de la novia: Mirandas Makeup | Bouquet de la novia: Sirius | Catering: Marcia Riva Catering | DJ: Naoki DjNao | Video de Boda: Diego Romay | Pastel de bodas: Dolcella |
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