Todas hemos tenido alguna ilusión durante nuestra época escolar, esa persona que solía ponerte nerviosa cada vez que te miraba o quizás el típico chico que solía molestarte pero realmente estaba interesado en ti. La sensación de tener mariposas en el estómago jamás se olvida. Priscilla y Oscar sintieron y seguirán sintiendo mariposas cada vez que se miran a los ojos.
La historia
En el año 2004, cuando Priscilla tenía 16 años conoce a Oscar en el colegio, ambos tenían 15 años y estaban en cuarto de secundaria. Ambos estaban en el mismo grupo de amigos, empezaron a pasar más tiempo juntos y en un recreo de junio del mismo año le preguntó si quería ser su enamorada, desde ahí estuvieron varios años juntos. Se distanciaron durante un tiempo pero como tenían varios amigos en común siempre terminaban encontrándose nuevamente en reuniones o salidas. “Oscar ha sido mi mejor amigo a lo largo de todos estos años. Hemos crecido juntos. Hemos sido pareja de promoción del colegio, hemos pasado los años universitarios juntos. A pesar de que nos separamos algunos años siempre tuvimos comunicación como amigos.” (Priscilla, 2018)
En el año 2015, luego de tener mucho tiempo de enamorados decidieron realizar un viaje y su primera opción fue New York porque Priscilla siempre había soñado con conocer esta ciudad. Oscar ya había ido pero a pesar de ello accedió a cumplir su sueño porque tenía algo especial en mente. Algo que Priscilla no imaginaba.
El día 4 de diciembre, fecha en la que cumplían meses, Oscar tuvo la idea de ir a patinar a uno de los lugares más turísticos. Este complejo fue Rockefeller Center. El ambiente era ideal y la fecha era significativa, todo cuadraba perfecto. Fue en ese momento, alrededor de un mar de personas, en el que Oscar decidió arrodillarse. Priscilla no entendía qué pasaba y de pronto ve que Oscar saca una caja, le muestra el anillo y le pregunta ¿quieres casarte conmigo? Sorprendida y llena de felicidad Priscilla acepta. A partir de ese momento empezaron a idea como sería el matrimonio en Lima.
Preparación de la novia
Desde hace muchos años Priscila sabía que si llegaba el día en que se casase, la temática de su boda sería sencilla, donde reflejase su estilo. Ese deseo se hizo realidad gracias al apoyo de las personas involucradas en la organización.
Los aros de la pareja fueron oro blanco y los elaboraron en La Joyería Ponce, que es donde la abuelita de Oscar solía mandar a hacer sus joyas. Es decir que era una joyería que aportaba mucho valor emocional para los novios.
En cuanto a los zapatos, decidió apostar por Miloli Shoes, nos contó que fue amor a primera vista. Los vio y se enamoró de ellos, es decir que no tuvo que evaluar muchas alternativas. ¡Esos eran ideales para la ocasión!
El vestido elegido para el gran día no solo fue de ensueño para Priscilla, sino también para todos sus invitados, familiares y por supuesto para Oscar. Lo confeccionó María Larrea, que es una modista de alta costura que también había confeccionado el vestido de novia para su mamá y para su tía.
Fue elegante, cómodo, con cuello v, escote en la espalda y con el detalle de un lazo en la parte delantera.
Priscilla estuvo buscando en Internet algunas referencias… No quería un vestido corte princesa porque no era su estilo, hasta que encontró el vestido que quería y se lo enseño a la diseñadora. ¡Quedó encantada!
El bouquet, fue realizado por su mamá, siguiendo la línea de la sencillez del matrimonio. Este arreglo constaba de 18 rosas blancas rodeadas por una soguilla. ¡Fue un hermoso gesto de madre a hija!
Para el peinado y el maquillaje la novia sí se arriesgó a intentar algo diferente pero que no estuviera alejado de la simplicidad. Luego de recibir muchas sugerencias e investigar otras alternativas, la elegida fue Carolina Indacochea Make Up Artist. Priscilla quedó maravillada con el trabajo de esta artista.
La novia le comentó a la maquilladora que le gustaba el estilo Smoky Eye en tonos oscuros y en base a ello trabajaron las opciones.
Tuvo una prueba de maquillaje y peinado, en esta prueba le hicieron 2 propuestas, la primera era un maquillaje más oscuro y la segunda más natural.
A Priscilla le encantó el maquillaje natural que le propuso Carolina y quedó realmente fascinada con el resultado. Y su mamá también se benefició porque también le realizaron un maquillaje preciso.
Para la novia era muy importante que toda su familia este presente en ese día tan especial, rodeada de amor y de la mejor energía. Y por supuesto, no podría faltar la presencia de un integrante muy importante de la familia, Ares, el perrito de Priscilla quien lucia un elegante atuendo.
La ceremonia y recepción
El matrimonio de Priscilla y Oscar se realizó el 15 de septiembre del 2018, en Cieneguilla. Decidieron esta fecha porque querían que el hermano de Oscar esté presente. Él estaba estudiando en España y por esa razón no pudieron realizar la boda en junio, que era el mes de su aniversario.
Créditos: ContraLuz Producciones
Los novios decidieron casarse solo por civil. La pareja no tuvo wedding planner, por lo que se encargaron personalmente de la organización. No deseaban lujo, solo recordar ese día tan mágico rodeados de las personas que más querían. La ceremonia se realizó en el local El Tomate en Cieneguilla, mismo local en el que realizaron la fiesta.
Quien estuvo a cargo de retratar el gran día fue ContraLuz Producciones, fueron muy atentos durante todo momento, dando ideas y preguntando a los esposos si se sentían cómodos. El fotógrafo pudo capturar cada momento de la pareja y de los invitados.
La organización y producción también estuvo a cargo de El Tomate de Cieneguilla, ellos se encargaron de absolutamente todo, desde la decoración hasta el catering. Nos cuentan que fue muy bueno porque no tuvieron que preocuparse de nada durante todo el evento. ¡Solo de disfrutar!
Sus invitados le comentaron que todo salió muy bonito y que el equipo de El Tomate de Cieneguilla siempre tuvo buena disposición. Se acercaban a preguntarles si todo estaba bien o si necesitaban algo adicional. “Tomate para mí fue un alivio, porque ellos hicieron todo, a mí lo único que me preguntaban era qué me gustaba, tendencias, colores, qué estilo, y según eso ellos me hacían la propuesta. Y en realidad yo elegí casi todo lo que ellos me ofrecieron, por ahí quizás cambie algunas cosillas. Porque este año no tenía tiempo para nada, si no hubiera sido por Tomate mi boda hubiera sido una desgracia.” (Priscilla, 2018)
Lo más gracioso para la novia fue que ese día se fue la luz en todo Cieneguilla. Por suerte, El Tomate de Cieneguilla, a diferencia de otras productoras, contaba con un grupo de electrógeno que podía soportar la iluminación del local, la música, entre otras cosas. Así estuvieron desde las 3:00p.m., que fue la hora en el que la ceremonia inició. La luz llegó como a las 8:00p.m., pero afortunadamente ningún invitado notó el inconveniente. ¡Fue una anécdota para el recuerdo!
Fue una boda llena de detalles especiales desde que la boda inició hasta que culminó. Los novios se llevan recuerdos memorables y desde Zankyou les deseamos la mejor de las felicidades a esta nueva familia.
Anillo: La Joyería Ponce | Vestido: María Larrea | Zapatos: Miloli Shoes | Decoración y Catering: El Tomate de Cieneguilla | Maquillaje y Peinado: Carolina Indacochea Make Up Artist | Recepción: El Tomate de Cieneguilla |Fotografía: ContraLuz Producciones
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