Siempre soñamos con vivir una historia de amor como las que tienen los príncipes y princesas de cuento… aunque no siempre estas historias son tan bonitas como creemos. Las historias reales tienen sus más y sus menos, y también pasan por momentos más complicados, pero lo importante es que el amor siempre triunfe por encima de todo. Algo similar es lo que le ha ocurrido a la princesa de Japón, Mako, que tendrá que renunciar a todos sus privilegios tras comprometerse con un joven abogado y plebeyo, Kei Komuro.
El amor por encima de todo
Parece increíble que en pleno siglo XXI se tenga que renunciar a cosas tan importantes como el amor para seguir las normas. Pero sí, ocurre, y más cuando se trata de un miembro de la dinastía más antigua del mundo. Así, Mako, de la Casa Imperial nipona, renunciará a todos los beneficios de pertenecer a la familia real, incluso deberá salir de ella, según lo establecen las leyes.
Pero no es la primera vez que ocurre… La antigua princesa Sayako, hija de los emperadores, tuvo que renunciar a pertenecer a la realeza tras su matrimonio con Yoshiki Kuroda, un funcionario del Departamento de Urbanismo en Tokio. A día de hoy, esta familia real cuenta con 19 miembros, de los cuales cuatro podrían reinar: el emperador Akihito (83), que abdicará en breve por problemas de salud; el príncipe Naruhito (57), primogénito de Akihito y sucesor al trono; el príncipe Akishino (51), hermano del sucesor; y el príncipe Hisahito (10), hermano pequeño de la princesa Mako.
Una historia real
A pesar de ser princesa y cumplir con su obligaciones como tal, Mako decidió plantearse nuevos retos. Así, terminó por licenciarse por la Universidad Internacional Cristiana y graduarse en Museología por la Universidad de Leicester. Fue allí, durante sus años de estudios en la Universidad Gakushuin de Tokio, donde conoció a su actual prometido, Kei Komuro. Actualmente la joven compagina sus actos reales con un trabajo en el museo de Tokio.
Sin embargo, la noticia de su compromiso ha sorprendido tanto a la sociedad nipona como a los propios miembros de la familia real. De esta forma, la princesa Mako apuesta por el amor de su vida y rechaza los privilegios que traía su condición real.
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La Ley Sálica
Esta historia puede parecernos sorprendente es nuestros días, pero si tenemos en cuenta que esta dinastía es la más antigua del mundo y sus leyes son más restrictivas que las de otras monarquías, todo encaja. Allí sigue imperando la Ley Sálica, una norma pasada ya de moda que solo permite a los hombres varones reinar, y que empuja al género femenino a un segundo plano. En el caso de la princesa Mako, nunca habría podido reinar, pero en caso de casarse con otro miembro de la realeza seguiría conservando sus mismos privilegios.
Y es que a pesar de ser instituciones antiguas, sería bueno que se adaptaran a las nuevas reglas de la sociedad. En países como Reino Unido o Dinamarca, las mujeres son la cabeza de la corona; y en otros como Holanda, Noruega o Bélgica, en unos años, las mujeres ocuparán el trono.
Desde Zankyou nos mostramos muy a favor de la decisión de la princesa Mako y creemos que no hay nada mejor como apostar por el amor, por fortalecer y hacer crecer una relación.
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