Nohely y Ernesto- Diego IgzaTu amigo, ese con el que nunca paras de reír, ese con el que te llevas bien, ese que te apoya en las buenas y en las malas, ese que nunca ha dejado de estar a tu lado, a veces puede ser el hombre que tanto has esperado para iniciar tu historia de amor. Esta es la historia de una pareja de esposos que empezaron su relación como los mejores amigos y que con el tiempo, llegaron a enamorarse para iniciar un historia de amor bella, tierna y que hace poco tuvo un hermoso matrimonio en Lima.
La historia
En el 2007 Nohely y Ernesto aún estaban en la universidad. En aquella época Ernesto había tenido que postergar algunos cursos para trabajar y por cosas del destino, cuando volvió a las aulas le tocó llevar una que otra materia en el mismo salón que Nohely. Fue entonces que se conocieron e iniciaron una amistad que se fue fortaleciendo en los dos años posteriores. Nohely nos cuenta que en el 2008, pasaría la Nochevieja y recibiría el Año Nuevo en una casa en la playa junto a Ernesto, fue ese día que entre copas los hasta entonces amigos se dieron su primer beso. Nohely nos confiesa que tras dos años de una hermosa amistad, aquel beso los dejó muy confundidos a ambos, tanto es así que dejaron de hablarse hasta que tras dos meses de silencio las conversaciones retomaron y empezaron a salir. Así, un 11 de marzo de 2009 Ernesto le propuso a Nohely que fuera su enamorada y ella no dudó en decirle que sí.
Tras cinco años de relación, en mayo del año 2014 la pareja, junto a la hermana de Nohely y unos amigos, decidieron ir a Cusco. La época era perfecta para la visita y así un 22 de mayo decidieron programar su recorrido a Machu Picchu. Pese a que el pronóstico decía que haría buen clima, una lluvia a cántaros se dio en aquel día desde al madrugada, aun así Nohely, Ernesto y el grupo decidieron seguir el itinerario y visitar esta nueva maravilla del mundo.
Para este día Ernesto tenía preparada una sorpresa para Nohely con ayuda de algunos amigos que le acompañaron en el viaje, así cuando llegaron a uno de los miradores, mientras Ernesto hacía como que tomaba una foto, se fue acercando a Nohely y allí en el mirador de Machu Picchu le pidió que se casara con él. Ernesto dice que por esos segundos que duró la propuesta y la respuesta de Nohely, la lluvia dejó de caer y salió el sol aunque Nohely recuerda que la lluvia continuó, por lo que entre sonrisas nos dice: “siempre decimos que estuvimos bendecidos por el agua sagrada”.
Los novios
Luego de la emocionante propuesta de matrimonio en Machu Picchu, se decidió que la boda se celebraría el 18 de enero de 2017. Nohely nos cuenta que inicialmente planearon la celebración para febrero del año anterior, pero en vista de que el hermano de Nohely había fallecido en 2015, decidieron posponerla un poco más.
Ya con la fecha definida, los novios empezaron la planificación de su boda. Los partes de matrimonio los hizo la misma Nohely con ayuda de una de sus mejores amigas, Daniela. Las invitaciones tenían que ser algo fuera de lo común y tener el estilo tropical que los novios querían para su boda, así que las amigas las diseñaron bajo un estilo pop up.
En cuanto al vestido de novia, Nohely lució un diseño fresco y de tiras, transparencias y escote corazón que le permitía resaltar su figura. El vestido fue comprado en Miami, en un viaje que la novia hizo a esta ciudad, en la tienda de David´s Bridal, ¡fue amor a primera vista! Nohely nos cuenta que la experiencia fue hermosa y es que allá cuando se elige el vestido, se hace como una pequeña “ceremonia” donde incluso le cantan a la futura novia, ¡muy emocionante! En sus manos, para completar el tradicional look nupcial, llevó un hermoso bouquet hecho de rosas blancas y rosadas.
El peinado de Nohely estuvo a cargo de Stef Quiroz Hair Stylist y el maquillaje de la novia fue hecho por Kisa Make Up Artist y fue tal cual Nohely lo había imaginado.
Para su boda, por otro lado, Ernesto lució un traje de color claro. Conseguir el terno del novio no fue nada fácil, como nos cuenta la feliz pareja, y es que tras no dar con ningún modelo ni en Perú ni en EE.UU., decidieron comprar la tela en Gamarra y mandarlo a hacer a un sastre de confianza de la familia.
La ceremonia
Los novios eligieron la iglesia La Resurreción ubicada en La Molina. Esta era la misma iglesia donde se había bautizado Ernesto, además les gustó a ambos para su unión ante Dios. Fue emocionante, el tradicional ingreso de la novia a la iglesia y ver a todos sus invitados vestidos de blanco, como habían pedido para la celebración. El padre de Nohely la llevó del brazo, orgulloso de su hermosa hija hasta el altar donde la entregó a Ernesto.
Tras una hermosa ceremonia, los novios intercambiaron unos aros de matrimonio, adquiridos en Joyería Murguia, en señal de su amor infinito.
Cada momento emocionante e inolvidable de la boda, cada sonrisa, cada lágrima de felicidad, y por supuesto, también los instantes divertidos, fueron captados por el talentoso fotógrafo de matrimonios Diego Igza. Diego también había hecho las fotos del matrimonio civil de la pareja, la que quedó encantada con su trabajo. Nohely nos dice que “las fotos quedaron mejor de lo que esperamos, así que no dudaríamos en volverlo a contratar para otra ocasión.“
La recepción
La pareja siempre imaginó que su boda fuera en la playa, además este escenario le permitiría recordar al hermano de Nohely, así que decidieron que la boda se celebrara en el club Solimar. Si bien la pareja no contó con una wedding planner, sí tuvo la ayuda de un excelente equipo de catering, el de Karla Ribeiro Bodas y Eventos, a propósito de su trabajo, nos dice la feliz novia que “la elegimos porque nos encantó su estilo y porque estuvo dispuesta a probar algo nuevo como hacer una boda tropical. Quedamos encantados con la decoración y la comida y los invitados también.” Ernesto nos cuenta que un día antes de la boda fue con unos amigos al local de la boda para ver cómo iba quedando todo y vieron a todos trabajando en la estructura, la decoración, etc. Para el novio fue emocionante llegar junto a su reciente esposa a su recepción y ver todo listo, con sus invitados esperándolos, felices. ¡Fue algo increíble!
Para animar la boda se contó con el servicio de DJ Siles. Para el momento de la entrada de la novia, no obstante, la música estuvo a cargo de un amigo del hermano de Nohely, el músico Daniel Beteta, quien forma parte de Waikiki Escuela de Ukelele, aquel tocó la canción “Somewhere over the rainbow” de Israel (Iz).
La pareja no quería dejar a nadie sin bailar así que para ello no tuvo mejor idea que contratar a un grupo de hora loca. Esta estuvo a cargo de La hora loca cotillón quienes, siguiendo la temática de la boda, hicieron una hora loca hawaiana. Esta empresa también llevó al evento la fotocabina, que realmente fue un boom que encantó a los invitados.
Un agasajo a los ojos y por supuesto, para el paladar de los invitados, es el pastel de bodas. La pareja de novios no tuvo mejor idea que contratar a Antonia, dulces y salados para este honor. La experta preparó un delicioso pastel tipo naked cake que encantó a la pareja y a los asistentes.
Nohely y Ernesto acaban de cumplir un año y un mes matrimonio el pasado 18 de marzo y están a la espera de su primer bebé, que será varoncito. Su amor ha sido bendecido en cada paso que han dado y nosotros, desde Zankyou, solo queremos desearle que su vida juntos siga llena de momento llenos de luz y alegría. ¡Felicitaciones, chicos, por el primer año juntos y por ese hermosos bebé que pronto estará en sus brazos!
Fotógrafo: Diego Igza | Catering: Karla Ribeiro Bodas y Eventos | Maquillaje: Kisa makeup | DJ: DJ siles | Peinado: Stef Quiróz Hair Stylist | Canción de entrada: Waikiki Escuela de Ukelele | Hora Loca y Fotocabina: La hora cotillón | Torta de matrimonio: Antonia, dulces y salados | Aros de matrimonio: Joyería Murguia | Local de recpciones: Solimar |
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