Así como el amor puede nacer en el trabajo, también son muchas las veces en que los salones de clases se convierten en el escenario perfecto para un poco de romance… y si son afortunados, esa historia puede terminar en un final de cuento, como fue el caso de Sofía y José. ¡No te despegues, porque te contamos todos los detalles de esta tierna boda!
La historia
Los novios se conocieron en la universidad cuando él tenía 17 y ella 18. Ambos estudiaban Ingeniería de Sistemas, pero luego descubrieron sus verdaderas vocaciones, dedicándose finalmente él a las comunicaciones y ella a la enseñanza. Sin embargo, la amistad que se formó en esas aulas, gracias a una amiga en común que los presentó, se mantuvo a pesar de ya no estudiar juntos, y luego de seis meses, un 10 de septiembre del 2003, se hicieron enamorados.
Luego de 13 años de relación, y tras haber vivido muchas experiencias juntos, llegó la tan ansiada propuesta. Ambos estaban pasando un fin de semana en la playa y organizaron una reunión para celebrar el cumpleaños de Sofía. Así, acompañados de la familia y amigos más cercanos, José expresó lo que sentía por ella y le pidió que se casara con él. Sofía, por supuesto, ¡dijo que sí! Y los preparativos para ese matrimonio en Lima comenzaron.
Preparación de los novios
Sofía buscaba un look minimalista, quería alejarse de los atuendos sobrecargados y los accesorios en exceso. Finalmente, eligió un juego de collar y aretes pequeños que combinaban con el vestido y complementaban el outfit, mientras que los aros fueron hechos a medida en una joyería de Miraflores.
Para el maquillaje y peinado, todo quedó en manos de Giovana Demarini Modenesi Make Up y su equipo. No solo se encargaron de la novia sino de su familia y también de las damas de honor. Los zapatos que usó fueron de color nude, altos y de taco ancho, y los encontró en la marca Call It Spring.
La elección del vestido no fue nada fácil. La novia visitó diferentes tiendas de diseñador y realizó muchas pruebas, pero no encontró ningún modelo que la cautivara, por lo que optó por hacerlo a medida. Quería un vestido de cintura ajustada, con una falda amplia y mucho tul. Además, deseaba que tuviera detalles como perlas y algunos pliegues. Sin duda, el resultado fue espectacular y quedó más satisfecha que con cualquier modelo que hubiera encontrado en una tienda.
La ceremonia
La boda se llevó a cabo en El Jardín Café Vivero en Cieneguilla, lugar que los novios escogieron después de visitar muchas locaciones. Según ellos, el aire romántico y vintage del lugar los conquistó y supieron al instante que era allí donde debían celebrar la boda.
La boda fue por civil, y la realizaron acompañados de su familia y amigos, rodeados de amor y del cariño de siempre. Fue una ceremonia muy emotiva, donde los pequeños detalles marcaron la diferencia.
La recepción
Los novios se encargaron de elegir los proveedores para el gran día, ya que sabían exactamente qué era lo que deseaban. Buscaban que su boda fuera un evento sencillo, pero lleno de detalles, y eso fue lo que tomaron en cuenta al elegir cada uno de los elementos. Para lograrlo, contaron con la ayuda de Milagros Reyes de Mitchell Catering – Organización de Bodas y Eventos.
La decoración de la recepción fue orientada hacia lo natural y romántico, con un aire vintage y rústico. Entre los detalles, utilizaron algunos arreglos florales en donde mezclaron colores como palo rosa, rosado y beige. Además, cada arreglo fue colocado en unas cajas rústicas fabricadas por el papá de José, en un trabajo personalizado que quedó impecable.
Para la torta, buscaron un modelo que estuviera de acuerdo a la decoración, y quisieron un naked cake decorado con flores naturales. Fue elaborada por el equipo de Dulcefina.
Quien estuvo a cargo de recopilar los recuerdos del gran día y captar todas las emociones fue Maka Mikkelsen. Su lente también captó a los novios en la sesión pre boda y en el shower, por lo que al momento de la recepción, ya conocía los ángulos preferidos y todo lo necesario para obtener las mejores tomas.
Definitivamente fue una celebración llena de atenciones hacia los invitados. Desde su llegada obtuvieron diferentes detalles como jugos para refrescarse antes de la recepción, canastas con repelentes y abanicos, etc. A modo de recuerdo, los novios entregaron mini suculentas y otras plantitas decoradas, acompañadas del mensaje “Let love grow” (Deja que el amor crezca).
Dentro del sinfín de sorpresas que los novios recibieron, se encuentran los bailes más especiales. Uno de ellos fue protagonizado por José y sus mejores amigos, baile del cual Sofía no tenía ni la más mínima sospecha. Pero no quedó ahí, ella también sorprendió a los invitados bailando con su papá, a quien no veía desde hacía muchos años. Sin duda, uno de los momentos más emotivos de la boda.
“La vida nos permitió compartirlo con nuestras familias queridas y en especial me dio la alegría de vivir este día con mis padres, quienes llegaron desde muy lejos un día antes de la boda, después de muchísimos años de no vernos para compartir nuestra alegría. ¡Eso es algo que nunca olvidaré!” (Sofía, abril 2018).
¡Fue un día para recordar de principio a fin! Y desde Zankyou, les deseamos lo mejor en esta aventura llamada matrimonio.
Maquillaje y peinado: Giovana Demarini Modenesi Make Up | Decoración: Mitchell Catering -Organización de bodas | Fotografía: Maka Mikkelsen | Torta: Dulcefina | Locación: El Jardín Café Vivero
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