¿Alguna vez te has preguntado dónde se encontrará tu media naranja o qué estará haciendo la persona con la que compartirás el resto de tu vida? Creo que todas nos hemos realizado esa pregunta alguna vez y hemos soñado con que llegue ese día. La historia de Steffani y Sandro fue inesperada pero el destino quiso que fuera así el día en que ella asistió a una entrevista de trabajo. ¡Conoce su historia y la magia de su matrimonio en Lima!
La conquista
Se conocieron de la forma más casual que se puedan imaginar, en un ascensor, misma novela o película romántica. Ella salía de una entrevista de su última entrevista trabajo, él iba a una reunión y el destino hizo que se conocieran en el mismo piso donde trabajarían. Steffani, tenía una sonrisa reluciente debido a su contratación y al parecer esa felicidad llamó la atención de Sandro, quien le dijo: Hola, ¿sales de entrevista? y ella respondió: ¡Sí!, ¿cómo sabes? , él: Es que tienes cara de entrevista. Así inició su historia o lo que sería la parte de la conquista. Sandro aún recuerda casi por completo cómo iba vestida ese día y ella nunca olvidará aquel lunes 12 de mayo del 2014.
Desde ese momento, una serie de coincidencias los fueron uniendo, y poco a poco se empezó a construir algo especial entre ellos. Después de un buen tiempo empezaron a salir en el verano del 2015 y, tras un mes, le pidió ser su enamorada el 22 de marzo del mismo año. Como ella comenta “con nosotros fluyó todo muy rápido”.
En julio del 2016 decidieron realizar su primer eurotrip donde visitaron varias ciudades con mucho encanto pero decidieron que su última parada sería París (ciudad romántica). Para cerrar con broche de oro su viaje y para celebrar su aniversario de 1 año y 4 meses, reservaron una cena en barco por el río Sena. Así, con luz tenue, entre nervios y sonrisas sorprendidas fue cuando Sandro le propuso matrimonio un 22 de julio, colocándole un hermoso anillo de compromiso en oro modelo Tiffany con un diamante de Aldo. El detalle especial de este anillo fue el grabado que Sandro le realizó al interior con sus iniciales SR&SR (ella es Steffani Rebatta y él Sandro Ramírez, es decir que tienen las mismas iniciales). Así, el fin de ese viaje fue el inicio de la aventura más grande que emprenderían juntos.
Preparativos para el gran día
Uno de los momentos más bonitos fue la elección del vestido que estuvo a cargo de Angie Schlegel. Steffani cuenta que se pasó alrededor de cinco meses diseñándolo una y otra vez, replanteándolo en su mente. Se inclinó por varias opciones hasta que con la ayuda de Angie encontraron el punto ideal de lo que ella anhelaba. Ella tenía una idea muy clara, quería algo lindo y que guardará algo de tradición pero que no fuera un clásico vestido de princesa con una falda pomposa y difícil de manejar.
Para ponerle un toque sensual, tendría una espalda de encaje sobre tul que pareciera tatuado y para otorgarle personalidad y movimiento, pediría una apertura en la pierna derecha del vestido que le llegara hasta la parte alta del muslo. “Angie es la maga que hizo todo eso realidad y que con mucha paciencia fue incorporando todo lo necesario, incluso mi hermoso velo que algún día usaré para la cuna de mi primer bebé.” Para los zapatos, Steffani confió en Catú Shoes, donde pudo personalizar los materiales, colores y tamaño del tacón.
Por otro lado, Steffani, eligió el maquillaje a cargo de Andrea Tataje-MakeUp Artist, recuerda que le costó trabajo decidir hasta que la encontró a ella . La eligió porque era justo el estilo que andaba buscando, algo que resaltase sus mejores rasgos y no la hiciera sentir sobrecargada. El peinado, estuvo a cargo de Alma, que muchas veces trabaja de la mano con Andrea. “Su Talento sólo se compara con la infinita amabilidad de su trato, te sientes cómoda y feliz desde la primera cita”
Por otro lado, el terno de Sandro fue hecho por Yorgo Stratouris, un griego encantador que los recibió con gran amabilidad en su atelier. Capturó la esencia de lo que él quería y quedó encantado con el resultado. Los zapatos que utilizó Sandro fueron de la marca europea Florsheim. Una vez completos los looks, solo faltaba la elaboración y organización del gran momento, para lo cual Steffani comenta que no hubiera elegido a nadie más que a Patto Fernández, Producción Integral, quien con el tiempo se convirtió en gran amiga suya, casi de la familia.
La ceremonia
Steffani deseaba casarse un 22 porque hacia honor a la fecha en la que Sandro le propuso matrimonio pero lo más cercano a la fecha que encontraron fue un sábado 21 de octubre del 2017; fue ese día en el que realizaron una ceremonia religiosa llena de magia en la Hacienda Recoveco ubicada en Pachacamac en Lima.
La Hacienda les encantó desde el primer momento, porque era bastante amplia, limpia, cuidada, rodeada de mucha área verde y naturaleza. Agregó que siempre se escuchaban a los pajaritos cantar y a los caballos, tienen un gran establo al aire libre y cuidan que el olor de sus animales no sea un inconveniente. Además, cuentan con muchas opciones de espacios y se puede elegir el que más se ajuste a lo que uno esta buscando.
Así, bajo la sombra de un gran árbol los novios se dieron el sí e intercambiaron unos aros de oro realizados especialmente para ellos por una gran amiga de Steffani, Fabiola Calderón, gemóloga certificada en el GIA de New York, nos comenta, “Fueron tal cual los soñamos, el suyo es una alianza esencial con filos boleados, y el mío tiene una docena de diamantes formando una media luna en la parte superior”.
Toda la decoración estuvo a cargo de Oh Rose Studio, o lo que es para Steffani, una gran amiga, Rosi Salazar. Ella no solo tomó todas sus referencias, gustos e ideas, sino que las mejoró e hizo todo con mucha dedicación y cariño, el resultado fue perfecto y vieron el esmero reflejado en cada detalle. La barra, mesa de quesos, mesa de dulces, pista y toldo estuvieron a su cargo. Además, todos los arreglos fueron hechos artesanalmente, es decir, por sus propias manos. “Es una artista”, comenta Steffani.
El ramo de flores y los boutoniers también fueron realizados por Oh Rose Studio, quien se lució con un increíble y romántico ramo en color burgundy, con rosas blancas y rosadas, toques de lavanda, hojas y una cinta de agua para darle el estilo boho chic.
Todos estos momentos fueron captados por dos reconocidos fotógrafos de boda, Frank Andonaire, fotógrafo principal quien también se encargó de las sesiones pre y post boda y Francesca Bernetti, talentosa fotógrafa y retratista. Steffani y Sandro, creen que las fotos y videos son los recuerdos que te quedan para siempre y te permiten revivir el momento una y otra vez, por eso no dudaron en tenerlos a ambos en la boda.
Recepción
Luego de la bella ceremonia tocaba el momento de la celebración con los invitados. El lugar elegido para el cóctel fue en un jardín intermedio y el banquete se celebró en otro de los jardines, ambos ubicados en la Hacienda Recoveco, haciendo que los asistentes disfrutarán de cada parte del recorrido de inicio a fin.
Toda la comida y bebida estuvo a cargo de Lucha Parodi Catering y, tras la boda solo obtuvieron felicitaciones por lo delicioso que estuvo todo. Fue una excelente recomendación de la wedding planner Patto Fernández.
Steffani y Sandro quisieron que todos sus familiares y amigos se llevarán un recuerdo de aquel momento que para ellos significa mucho en sus vidas. Al ser todo natural y campestre, querían que los recuerdos estuvieran acorde a esta línea, así que entregaron una planta en miniatura de nombre “suculenta”, a todos los invitados.
En el día de las bodas el tiempo pasa muy rápido y es muy importante que se cuente con el transporte y la seguridad adecuada, es por ello que la pareja confió en la compañía Pancho Security, excelentes profesionales en su campo.
Uno de los detalles que más recuerdan los esposos fue que antes de iniciar el baile de novios, casi desistieron de hacer un ensayo previo, pero Sandro convenció a Steffani de hacerlo. Ella comenta que fue la mejor decisión, porque de esa manera descubrieron que debido a lo largo de la cola del vestido, está se soltaba del broche posterior y no le permitía bailar. La novia se tropezó varias veces hasta que se dio cuenta de que tenían que solucionarlo o haría el papelón del año en la pista de baile.
Afortunadamente Patto Fernandez, siempre preparada para salvar cualquier situación, apareció para salvar el momento con aguja e hilo, le sujetó la cola del vestido tan fuerte que le duró toda la boda (y no se perdió ni una pieza de baile). Finalmente, su baile salió mejor que en todos los ensayos, porque solo se concentraron el uno en el otro y disfrutaron cada momento de la canción.
El momento más emocionante que ella recuerda es la cara de Sandro cuando la vio entrar a la ceremonia, esa sonrisa y emoción en su rostro jamás se borrará de su mente, “el corazón me latía tan fuerte que pensé que no podría caminar, pero sin darme cuenta ya estaba entre sus brazos”. Hoy Steffani y Sandro recuerdan con mucha felicidad ese día y están dispuestos a seguir escribiendo su historia de cuentos hecha realidad.
Fotógrafo de bodas: Frank Andonaire y Francesca Bernetti | Vestido de novia: Angie Schlegel | Terno del novio: Yorgo Stratouris | Zapatos de novia: Catú Shoes | Anillo de compromiso: Aldo | Aros de matrimonio: Fabiola Calderón | Maquillaje: Andrea Tataje – MakeUp artist | Decoración: Oh Rose Studio| Wedding Planner: Patto Fernández, Producción Integral | Catering: Lucha Parodi Catering | Lugar de recepción: Hacienda Recoveco | Transporte: Pancho Security
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