La sociedad ha cambiado muchísimo y las diferencias que durante años han establecido ciertas barreras entre hombres y mujeres se han desvanecido para dar paso a nuevas maneras de vivir, de forma más equitativa y estable, sin embargo, aún se pueden apreciar hábitos, actitudes y comportamientos que no son los más correctos cuando se habla de un mundo igualitario entre ambos sexos. Sabemos que de parte y parte son muchos los desaciertos, pero en este post te hablaremos de siete hábitos que los hombres deben olvidar para siempre con el objetivo de acabar con complejos sumamente nocivos y acercarnos más al siglo XXI.
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1. Cuidados, los necesarios
El cuidado personal en los hombres es un tema que desde hace algunos años ha venido cambiando, pues un importante porcentaje de la población masculina ha mejorado sus hábitos en cuanto a este tema, sin embargo, existen hombres que no han entendido muy bien el mensaje. Algunos pecan porque no cumplen con normas básicas de aseo e higiene personal (olor, dientes, manos), mientras que otros fallan por los excesos de belleza, llegando al punto de que se convierten en un producto artificial muy alejado del original.
En cualquier caso, lo más recomendable es cumplir con ciertas normas de cuidado e higiene personal, ya que si las mujeres se preocupan por estar guapas, los hombres deberían tomar dicho ejemplo sin abandonar un punto sumamente importante, la naturalidad.
2. Agresividad y fanatismo
El hombre ha sido desde siempre un ser que manifiesta sus pasiones con mucha fiereza; sobre todo en el ámbito deportivo. Pero más allá de eso, cuando ven vulneradas sus creencias y convicciones, normalmente pierden la perspectiva y muchas veces aparecen muestras de rabia y frustración, llegando al punto de que pueden golpear cosas e insultar sin ningún tipo de filtro. Es un hábito que definitivamente deben olvidar para dar paso a nuevas maneras de comunicación.
3. Reuniones sí, manadas no
Nada como reunirse con amigos y tomar un par de cervezas para olvidarse de las presiones laborales e incluso de las presiones del hogar, es una manera de liberar tensiones de forma social mientras se habla del juego de fútbol de la próxima semana o de la avería que tiene tu auto y no logras solucionar. Hasta el momento todo normal, el problema surge cuando cada hombre olvida su personalidad y por razones que vienen de tiempos inmemoriales, el grupo se convierte en una manada sedienta de mujeres, alcohol y gritos. Definitivamente es algo que debe ser olvidado y eliminado.
Una variante de este tipo de reuniones que ha cobrado mucha más fuerza gracias a la tecnología, son los grupos de WhatsApp, vías para desahogarse y de vez en cuando embrutecerse con material no apto para ciudadanos del siglo XXI.
4. Soberbia de macho
Eso de que el hombre no limpia la casa ni hace la comida porque no son cosas de machos ha quedado en el pasado. En la actualidad, por diferentes razones y circunstancias, el hombre ha tenido que asumir labores que históricamente han estado relacionadas a las mujeres. Por ello, es sumamente importante erradicar esas antiguas creencias de que el hombre solo debe encargarse del trabajo fuera de casa, del auto, reparar tuberías, etc., pues es un comportamiento que incrementa las presiones sociales y las diferencias entre ambos sexos, además de provocar una inminente falta de confianza. Los hombres, más allá de ser hombres, son personas, por ende no deben estar etiquetados.
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5. “Hola guapa, te invito una copa…”
Ya basta de esas antiguas formas, maneras y frases para intentar llegarle a una mujer. En pleno siglo XXI existen muchas otras alternativas al clásico “hola guapa, te invito a tomar una copa…” o “tu cara me suena de algo”. Se trata de reinventarse y ser originales, pues el manual de tácticas del hombre ya ha sido estudiado por miles y miles de mujeres.
6. No escuchar
Oír es una cosa y escuchar otra, son términos que se parecen, pero con una gran diferencia. Escuchar es uno de los aspectos más importantes en una relación y es un elemento que a la mayoría de los hombres les cuesta poner en práctica.
Normalmente cuando una mujer se encuentra afligida por alguna situación y ésta intenta hablarle a su pareja para encontrar alguna solución, es porque realmente existe un problema que le afecta, no porque sea un manía pasajera ni mucho menos porque “está en sus días rojos”. Se trata de ser comprensivos y entender dicha situación, tomarse algunos minutos para prestar el apoyo necesario y dejar de ver las palabras de tu pareja como una larga cadena de “bla, bla, bla”.
La escucha es un valor que trasciende todo tipo de ámbitos y que puede ponerse en práctica en cualquier momento, entre amigos y familiares, por ejemplo, pues aunque sea cierto que las personas no aprenden con experiencias ajenas, si que sirven para evitar algunos contratiempos.
7. Machismo
Es un problema que socialmente ha dejado de tener grandes repercusiones, sin embargo existen hombres que siguen manteniendo actitudes machistas en determinadas ocasiones.
Son muchos los comportamientos, actitudes, hábitos y frases que, influenciados por la sociedad del pasado, atentan contra el género femenino. Cualquier tipo de violencia es reprochable. Un “yo lo hago, tú no sirves para esto”, es sin duda una manera de menoscabar la esencia de una mujer y atentar contra su integridad psicológica y emocional. Son conductas que de alguna manera minan el autoestima de las féminas y muestran un panorama desolador de obligada eliminación.
Una sociedad de iguales es posible, y tanto hombres como mujeres tienen un importante compromiso para que ambos convivan bajo valores como el respeto, la equidad y el amor.
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