Cuando hemos acabado una relación y nos sentimos decepcionados o dolidos por el quiebre amoroso, es importante saber que hay un tiempo al que debemos dedicar sanar nuestras heridas, y que no solo es aplicable cuando hemos tenido una relación tormentosa, sino, en cualquier caso, pues al acabar un vínculo con alguien nos vemos frente a una especie de fracaso que merece ser superado para que en un futuro podamos comprometernos realmente en una nueva relación.
El tiempo de duelo es muy relativo. Habrá personas que dirán que está bien si son algunos meses y otros te aconsejarán que es proporcional al tiempo que estuviste involucrado en la anterior relación; sin embargo, lo más valioso es que puedas tomarte un tiempo para curarte y sentir si estás listo, sin importar cuanto dure este.
A veces ocurre que podemos iniciar rápidamente una nueva relación y mantenerla, pero sin llegar a engancharnos emocionalmente por miedo a fracasar de nuevo o por temor a involucrarnos mucho y que esto nos juegue en contra. Cuando nos comprometemos en una nueva historia con alguien, es importante poder ofrecer a la otra persona empezar de cero y si no nos tomamos un tiempo para sanar lo pendiente, acabaremos sintiendo muy difícil la tarea de intimar con el otro.
Solemos buscar el amor romántico, el que viene a completarnos o hacernos sentir como nunca antes nos habíamos sentido; este tipo de amor se apoya en la idealización del otro, fomentando actitudes de dependencia e incitándonos a tolerar/soportar situaciones nocivas con tal de prevalecer la relación con el otro. La diferencia resulta en el caso del amor consciente, el cual que a pesar de las dificultades que surgen, propias de dos personas distintas que se unen para compartir sus vidas, logra encontrar un equilibrio, negociando y sabiendo que el mundo que comparte no encajará perfecto pero que a pesar de ello puede construirse un amor sano.
Es importante darnos cuenta qué tan preparados nos sentimos para iniciar una nueva relación, lo que se explica en los siguientes puntos:
1. Sentirnos bien con nosotros mismos. Sabremos que estamos listos cuando hayamos logrado sentirnos bien viviendo solos y aprendamos a conocernos desde la necesidad, ocurre que a veces buscamos en la pareja aquello que debemos encontrar en nosotros mismos, lo que genera que entremos en un conflicto en esperar o demandar cosas que no le corresponden al otro. Expertos afirman que la clave del compromiso en las relaciones comienza por el compromiso con uno mismo.
2. No hay apuro. El precipitarnos a encontrar una pareja solo generará ansiedad por querer sentirnos amados y en esa desesperación podemos dejarnos llevar por el momento y no por la razón.
3. Resuelve pendientes emocionales. El haber terminado una relación puede generar mucho dolor y heridas, tomémonos el tiempo necesario para superar nuestras sensaciones de vacío, rabia, tristeza o angustia, de esta manera habremos vivido nuestras tareas de duelo las cuales permitirán ajustarnos a nuestra nueva realidad y reorganizar nuestra vida.
4. Aprende de la experiencia. Vivir nuestro duelo conscientemente ayuda a reconocer cuales fueron las razones por las que no funcionó nuestra anterior relación con el objetivo de poder comprender cuál fue la responsabilidad de nuestro comportamiento; saber que pasó y en qué puedo mejorar, aumenta la posibilidad de que la siguiente relación sea más duradera.
5. Que el miedo no sea nuestra brújula. Dos de los miedos más comunes que surgen cuando queremos empezar una nueva relación son, el miedo a quedarnos solos o el miedo a sufrir. El primero, puede precipitarnos a engancharnos con alguien para no tener que lidiar con nosotros mismos, nuestro dolor y vacío, sin saber que al enfrentarnos a ello, es el único camino a superarlo. Por otro lado, el segundo miedo nos puede llegar a limitar volver a enamorarnos con tal de no sufrir. Guiémonos más bien de qué tan listos nos sentimos para poder abrirnos emocionalmente a alguien nuevo y construir algo que nos guste.
6. Toma en cuenta los cambios. Después de una ruptura vienen muchos cambios a los que tendrás que adaptarte: en tu rutina, posiblemente económicos si es que antes compartían gastos o bienes; e incluso familiares, si tienen hijos en común. Después de haberlos superado y aceptado, al elegir retomar tu vida amorosa junto a una nueva persona, te verás expuesto a nuevas variaciones a las que deberás acoplarte, una nueva rutina o una nueva estructura familiar, etc. Será importante que para ello evalúes y negocies los cambios que estás dispuesto a ceder, es importante que vayas paso a paso y no hagas cambios con los que todavía no te sientas listo.
7. Conquista y déjate conquistar. Es natural que con el tiempo, sobre todo si hemos terminado una relación larga, hayamos perdido la costumbre de vernos involucrados en situaciones flirteo y con ello tal vez no nos sintamos tan seguros o confiados en nuestras habilidades de coqueteo, para ello es importante que te permitas trabajar en tu autoestima y reconstruyas la percepción positiva que tienes de ti mismo. Sentirte capaz de poder enamorar a alguien y creerte merecedor de poderte enamorar también, así como mejorar tu autoconcepto, ayudará a que te sientas más seguro de desenvolverte en situaciones sociales que te permitan interactuar y conocer personas nuevas.
8. Siéntete libre. Aléjate de prejuicios y de lo que las personas puedan opinar, lo más importante es lo que tú sientas y en la medida en que seas libre, podrás decidir lo mejor para ti, recuerda: eres el dueño de tu vida y de tus elecciones, guíate de lo que sientes y no dejes de permitirte ilusionarte de nuevo cuando te sientas preparado emocionalmente.
Es importante tener en cuenta que no existe una regla exacta de cómo debemos afrontar una nueva relación después de una ruptura importante; sin embargo, guiarnos de cómo nos sentimos, no dejarnos influenciar por nuestros miedos y saber cuándo estamos preparados para entregarnos al amor nuevamente, será la brújula que indicará cuándo estamos listos para volver a sentir mariposas en el estómago y enamorarnos otra vez.
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