Si eres de las mujeres que ha sentido escalofríos al escuchar el clásico “¿dónde está el bebé de mamá?”, usado por muchos adultos para comunicarse con sus bebés, pues mucha atención, porque este podría ser un indicio de que no estás preparada para ser madre, o como dicen popularmente para “padecer en el paraíso”, frase que de alguna manera define la misión de ser mamá. Sin embargo, no tienes que sentirte culpable o incómoda, pues son muchas las mujeres que experimentan esta sensación.
Es cierto que para algunas mujeres vivir la maternidad es un verdadero sueño, pero para otras tener un hijo significa entrar en un universo desconocido y no siempre tan deseado, sea por sus prioridades del momento, o simplemente por no tener afinidad alguna con los pequeños. Por esta razón, si eres de esas féminas que aún no se ve como una madre, aquí te mostramos 30 signos que demuestran que definitivamente no estás lista para tener hijos. ¿Preparada?
1. Mueres de miedo al sostener a un bebé porque temes que se te pueda caer.
2. Cuando finalmente encuentras una manera de sujetarlo, quedas tan torcida e incomoda que no aguantas los dolores en el cuerpo…
3. …y el niño, evidentemente, no para de llorar porque también está incomodo.
4. Nunca sabes la manera de hablarle a los niños.
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5. No sabes hacer bromas imitando la voz de un recién nacido.
6. Cuando ves a los demás haciendo bromas o imitando la voz de un recién nacido, te parece idiota y te da vergüenza ajena.
7. Las canciones infantiles te causan náuseas.
8. Cuando un niño pequeño intenta tener contacto contigo en la calle, miras a otro lado porque te da pánico tener que “socializar” con él en público.
9. Estás completamente enfocada en tu carrera. Nada ni nadie puede apartarte de tus planes y tu futuro profesional está siempre en primer lugar.
10. Nunca has elegido novio teniendo en cuenta su potencial para ser un buen padre.
11. Tus plantas nunca sobreviven por mucho tiempo.
12. La mayoría de tus bloqueos o unfollows en las redes sociales se produjeron porque ya no soportabas la publicación de imágenes de bebes recién nacidos.
13. Sabes lo caro que son los pañales y sí, eso te molesta.
14. No tienes idea si tu televisor tiene canales como Cartoon Network o Disney Channel.
15. Nunca te ofreciste para cuidar o incluso “echar un ojo” a los hijos de tus amigos.
16. Cuando una de tus amigas anuncia que está embarazada, lo primero que piensas es: “¿Aff, en serio?”.
17. Tienes problemas para adivinar la edad de los niños. ¿Cuatro, cinco, ocho? ¡Qué importa, para ti todos tienen la misma apariencia!
18. No tienes las más mínima idea y nunca has pensado cuando traerás tu primer bebé al mundo.
19. En reuniones familiares, tus primos más pequeños te dejan al borde de un ataque de nervios.
20. Cuando ves a un niño haciendo un escándalo en público, cierras los ojos y agradeces que no es tuyo…
21. … e inmediatamente te irritas con los padres porque no están haciendo nada para calmarlo.
22. En Instagram, das muchos más likes a fotos de cachorros y lindos gatitos que a las fotos del adorable bebé de tu amiga de universidad.
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23. Ya dejaste escapar un “¿qué?, ¡qué feo!” al ver una foto de un recién nacido.
24. Te sientes incómoda cuando tus parientes hacen las típicas bromas y comentarios referidos a futuros nietos, sobrinos o primitos.
25. Las conferencias que involucran cuidados infantiles te hacen bostezar.
26. Sientes horribles escalofríos cuando alguna madre te mira por encima del hombro y dice: “cuando seas madre, entenderás…”.
27. Cuando otra madre te dice que encontró el significado de la vida desde la primera vez que amamantó a su hijo, te preguntas: “¿pero, cómo así?”.
28. Para ti, tu perro nunca fue un tipo de “entrenamiento” que significase tener un bebé en el futuro. Tienes un perro porque te gustan los perros y punto.
29. Dormir es una de las principales prioridades de tu vida.
30. En el fondo, sabes que la bebé, en realidad, sigues siendo tú.
Sabemos que la decisión de ser madre es muy seria y que la mejor persona del mundo para saber cuándo es el momento más adecuado para serlo, eres tú. Por eso, antes de sacar tus propias conclusiones, ten siempre en cuenta que todo en la vida tiene su tiempo y que si no quieres ser madre hoy o mañana, no hay nada de malo en eso. Lo que importa, siempre, no es lo que la sociedad piensa sobre tu vida, sino tu verdadera felicidad y satisfacción.
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