Los gustos cambian con el tiempo, debido a que nosotros también crecemos y aprendemos. Así como de niña no te gustaban ciertos alimentos -quizás el brócoli o la espinaca- y mientras fuiste creciendo descubriste que su sabor sí te agradaba, sucede lo mismo con nuestros gustos en el ámbito sentimental. Definitivamente, a los 40 no buscamos lo mismo en un hombre que a los 20. A continuación analizaremos cómo cambian nuestras preferencias y nuestras decisiones amorosas. ¡No te despegues! Tampoco te pierdas: Las grandes virtudes de los chicos introvertidos. ¡Enamórate de ellos!
Antes de los 20
Se trata de la etapa adolescente. Aquí lo que más importa es qué tan lindo es, ya que las hormonas están revoloteando y a flor de piel. Para muchas, se trata de la etapa en la que buscaban a un bad boy, es decir, ese rebelde que disfruta rompiendo las reglas y sobre todo, mayor que ellas.
También interesa que sea popular, da igual si es por cosas buenas o malas, pero que llame la atención y atraiga seguidores, ya que de esa manera ellas también estarán en el spotlight. El típico chico popular que bromea, coquetea y se ríe con todos, lo que hace que estar a su lado se sienta como un sueño.
A mediados de los veinte
Ahora ya estamos un poco más centradas. Dejar el colegio, estar prácticamente acabando la universidad y asumiendo nuevas responsabilidades, hace que las chicas busquen algo más que una cara bonita y unas cuantas bromas en el repertorio. Tener cosas en común es clave en este punto, así como pasar buenos momentos.
No les importa mucho si él es popular o líder de pandilla, ellas están en la cima del mundo, profesionales que se valen por sí mismas y no necesitan de alguien que las suba al pedestal. Por supuesto, lo prohibido también ha quedado atrás, ahora una buena conversación es más importante que alguien que te ofrece entrar a una fiesta sin haber sido invitada.
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Entre los 29 y los 37 años
Aquí se produce un cambio importante: el físico ha dejado de tener tanta importancia como en las etapas anteriores. Ya no estamos para perder el tiempo con alguien que no nos llene emocionalmente. Ahora, el punto clave es la madurez de la pareja. Buscan alguien que esté seguro de lo que cree y de lo que quiere, que vaya de frente y no a medias. La posibilidad de embarcarse a la aventura de toda una vida es más real que nunca y quieren a un hombre que tome las cosas en serio y sepa valerse por sí mismo.
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Pasando los 38
Ya sea que nunca se hayan casado o que sean recientemente divorciadas, estas mujeres saben lo que quieren, pues se apoyan en su experiencia. Es por eso que son más exigentes y no quieren tropezar dos veces con la misma piedra. Puede que busquen algo completamente diferente a sus amores pasados o que recuerden algo que realmente les gustaba y quieran una experiencia similar. Pero si han tenido muchos fracasos amorosos, volver a creer y confiar será todo un reto.
Aunque parezca imposible, así cambian los gustos de las personas conforme van madurando. ¡Es parte de la vida! Pero lo que más importa es aprender de los errores de las etapas anteriores, para no terminar atrapadas en un círculo vicioso. ¿Identificaste en qué etapa estás?
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