Cuando las relaciones ya no funcionan bien, cuando los miembros de una familia se separan (ya sea pareja, hermanos, hijos, abuelos, etc.), siempre deseamos retroceder en el tiempo para detectar en dónde estuvo el fallo. Aunque no en todos los casos sea así, tus hábitos diarios son decisivos para hacer tus relaciones duraderas. ¿Te gustaría saber cómo puedes prevenir este problema a futuro? Explora y sorpréndete con estos hábitos del día a día en toda relación familiar.
1. Disfruta de una buena comida en familia
Cada integrante de una familia tiene horarios totalmente distintos, sin embargo es necesario hacer un esfuerzo por organizarse mejor para al menos una comida al día, sin restarle importancia al poder disfrutar de tu familia. Es inevitable que el desayuno o la comida estén condicionados a los horarios de estudio o trabajo que se tienen habitualmente, pero la cena es el mejor momento para poder juntar a todos los miembros de la familia en la mesa. Más importante que la alimentación misma, es el intercambio de información valiosa que ayuda a conocer de una mejor manera a las personas, ya que esa convivencia diaria y ese intercambio de momentos a diario muestra la verdadera personalidad de cada uno, y el poder conocer su rutina.
2. Disminuye la utilización del celular
Tener el celular en la mesa mientras tienes una conversación o simplemente compartes tiempo con otras personas, es un indicador de que poco te importan y que es más importante lo que pueda ocurrir en el teléfono que lo que ocurra a tu alrededor. Quizás no te has percatado, pero la familia es lo que más importancia tiene y nada ni nadie es merecedor de más consideración que ella, además tomando en cuenta de que ya has compartido bastante durante el día con tus amistades. Llegado el momento, cuando te des cuenta de ello, puede que sea demasiado tarde y ya no haya lugar para el arrepentimiento. Es importante escuchar a tus padres, ya que ellos por su experiencia y el amor que te tienen siempre tendrán algo bueno que decirte, conoce más a los integrantes de tu familia (seguro que tu hermano es todo un artista o tiene la mejor sazón en la cocina pero ni siquiera lo sabías por estar más pendiente del celular que de disfrutar cada momento), ponle interés a sus vidas, en lo que les ocurre, sea bueno o malo, sólo de esta manera la confianza tomará fuerza y hará lo suyo. Sería interesante hacer el ejercicio de dejar los celulares lejos en los momentos de reunión familiar, así no hay pretexto para “la hora del celular”.
Del mismo modo, las redes sociales, que con frecuencia usamos para entretenernos, es de menor interés que la conversación que se está dando en tu casa. Poner refresh en el Facebook, Twitter e Instagram cada cinco minutos es tiempo desperdiciado que jamás volverá así se desee con fuerza. Pero lo que si enriquece son los juegos de mesa con tus padres, las reflexiones de la vida, una noche de cine, entre otras cosas.
3. Ponle play a tu diversión y comparte
Después de comer o cenar, muchas familias se juntan a ver alguna serie, película o programa en la televisión, en vez de seguir con Internet y hacer chisme en tu cuenta, quédate con ellos, ya sea tu pareja o tus padres, y desarrolla ese hobbie que tienen como un común denominador. No hay cosa mejor que dejarse seducir por una serie en conjunto con tu familia y compartir reflexiones juntos. Lo que te guste sólo a ti puede esperar, no pierdas tiempo.
Ir al cine en pareja, con tus padres o con tus hijos también tiene su cuota de entretenimiento. También pueden compartir paseos al campo, ir a comer fuera, visitar museos, ir al teatro o simplemente ir a tomar un café. Es cierto que con los amigos también se disfruta, pero si sólo nos enfocamos en ellos y desatendemos a la familia, ésta podría culminar en un desmoronamiento. Aunque la amistad sea importante, la familia es única.
4. Recorre el mundo en familia
Viajar con amigos es muy entretenido, ya que te dan grado de entretenimiento distinto, sin embargo la familia también nos da grandes circunstancias en ese ámbito, que no son necesariamente inferiores. Recorrer el mundo solamente en pareja es fortificante para ambos, ya que es aquí donde se muestran las personas tal y como son, en algunas situaciones sometidas a circunstancias límite. De la misma manera, viajar con padres o hermanos es generalmente positivo, ya que el haber desarrollado y madurado en el mismo ambiente los pone en el mismo nivel en situaciones establecidas. Con estas conexiones tan reducidas, las relaciones son casi imposibles de quebrar.
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5. Consulta y presta atención
¿Es tan difícil? No es tan complicado llegar a casa, cambiarse, ponerse cómodo y llegar a la sala con una interrogante en la garganta lista para decírsela a tu pareja, como por ejemplo ¿qué tal el día?, ¿cómo te ha ido hoy?, ¿qué novedades te han ocurrido? Es desde este punto, en donde la relación va por buen camino con notoriedad, ya que además de sentir esa intención de comprender las emociones del otro, intentando ponerte en su lugar, terminas conociendo otras facetas de tu compañero de vida.
Sea que se tratara de padres, amigos o hermano, la pregunta tiene el mismo fin. Luego de realizarla, siéntate y presta atención. Todo esto en conjunto y conforme pasa el tiempo, es mil veces mejor que llegar a casa, ponerse cómodo y en vez de preguntar y mostrar interés, te encierras en ti mismo haciendo algo insignificante en ese preciso instante.
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Con pequeños detalles, la rutina diaria mejora y las relaciones familiares se consolidan mucho más, haciéndose más fuertes con el pasar del tiempo. Sin este tipo de rutinas, la vida se hace más difícil de sobrellevar y sólo nos ocurren cosas desfavorables. ¡No dejes que esto pase!
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