Desde siempre hemos escuchado que cuando una pareja combina el amor y el trabajo las posibilidades de fracaso son inminentes, pues al parecer, compartir tiempo juntos, tanto en el ámbito laboral como en el personal, influye negativamente en la vida sentimental de una pareja. Sin embargo, esto no tiene porqué ser así. ¿La solución? Toma nota de estos seis consejos y prepárate para establecer una fructífera y productiva relación laboral con tu pareja.
En principio, es importante entender que las relaciones de parejas siempre están expuestas a diversos problemas y el hecho de que trabajen juntos es solo uno de esos tantos factores de influencia, y no el más importante de ellos. Muchos psicólogos afirman que la personalidad de cada integrante de la pareja, el tipo de relación, los valores y los recursos de gestión de problemas podrían determinar si el hecho de trabajar en un mismo lugar sería un factor estresante o favorecedor para la pareja.
Así que si alguna vez te has preguntado cómo sería trabajar con mi pareja, aquí te dejamos estos seis consejos para que despejes cualquier tipo de duda y puedas construir una relación laboral con tu pareja sin morir en el intento. ¿Preparada?
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1. El trabajo se queda en el trabajo
Los conflictos y el estrés que muchas veces derivan de situaciones laborales no deberían traspasar la serenidad y armonía del hogar, pues este debería ser un lugar de calma y tranquilidad para la familia.
Por esta razón, en la medida de lo posible, las inquietudes laborales deberían quedar fuera de este espacio. Evidentemente, hay momentos en los que se les debe dar solución a ciertas situaciones laborales en el hogar, pero siempre y cuando se destine un espacio y tiempo específico para ello. De esta manera no se prohíbe hablar de trabajo, pero se crean normas para respetar la convivencia familiar en casa.
2. Compañeros de trabajo vs. Compañeros de vida
Este puede que sea uno de los consejos más difíciles de seguir, ya que a muchas personas se les hace complicado mantener una actitud de compañeros de trabajo y no de pareja durante el horario laboral, trayendo consigo malentendidos y situaciones de conflicto.
Por esta razón, saber establecer este tipo de diferencias influye positivamente a la hora de determinar sus roles tanto en el ámbito laboral como en el personal, pues de esta manera se pueden controlar, de la mejor manera posible, expresiones de cariño y ciertas emociones. Esto último es de vital importancia, ya que la vida personal no debería influir en la laboral, sobre todo cuando se deben tomar decisiones en las que no deben incidir emociones o sentimientos de pareja.
En este sentido, aprender a diferenciar sus roles como compañeros de trabajo y compañeros de vida es sumamente positivo para la pareja. Además, favorece la productividad y la imagen profesional de cada uno.
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3. Buena y sana competencia
Siempre y cuando sea sana, la competitividad es un aspecto que muchas veces ayuda a mejorar, pero si no se sabe controlar esta se podría convertir en un arma destructiva, tanto en lo laboral como en lo personal, pues muchas veces los celos, la envidia y el deseo de ganar o sobresalir cueste lo que cueste generan situaciones de conflicto muy perjudiciales para la pareja, e incluso para el entorno laboral en el que ambos de desenvuelven. En contraposición a esto, el trabajo en equipo, con su correspondiente dosis de apoyo y admiración, es la opción más idónea para crecer en todos los ámbitos.
4. Espacio personal
Así como la vida en pareja necesita de esa cuota o dosis de independencia, el ámbito laboral compartido también lo necesita, sobre todo cuando se deben resolver ciertos aspectos de carácter individual en el trabajo, siendo mejor si ambos miembros de la pareja cumplen diferentes funciones o cargos dentro del mismo entorno laboral. Por eso, cada uno debería tener su propio espacio, en el que desarrollen sus capacidades sin la intervención del otro.
Es sumamente importante tomar en cuenta que el tiempo que comparten en el trabajo es muy diferente al tiempo que comparten como pareja, así que lo más idóneo es que busquen momentos para el desarrollo de actividades conjuntas que les permitan divertirse.
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5. Claridad y franqueza
Seamos sinceros, en un entorno laboral las cosas no salen como siempre queremos, no llegamos a cumplir ciertos objetivos y en determinadas ocasiones nuestro nivel de rendimiento no es el óptimo. Ante esta situación, es normal que tengamos que lidiar con ciertos “llamados de atención”, y si ese llamamiento viene de parte de nuestra pareja la escena se torna un poco incómoda. En este sentido, debemos evaluar dos cosas: cómo decir y cómo escuchar.
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La asertividad es una aspecto fundamental, pues al momento de transmitir una noticia o dar órdenes debemos ser claros, francos y directos sin invadir ni dañar a los demás, de esta manera disminuyen las probabilidades de que el otro pueda interpretar erróneamente determinados aspectos desde lo íntimo y no desde lo laboral. Esto asegura asegurar la mayor transparencia posible dentro de la relación.
6. Cómo solucionar posibles conflictos
Por último y no menos importante, cuando una pareja comparte el mismo entorno laboral, deben tener en cuenta que muchas veces estarán expuestos a diversos conflictos, algunos meramente laborales y otros por actitudes o comportamientos personales específicos en el trabajo. En cualquier caso, ambos deben tener el debido grado de madurez para dar solución a estos problemas y que no trastoquen las bases de la relación como pareja.
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En resumen, las relaciones sentimentales y laborales no tienen porqué ser una experiencia traumática, más bien deberían convertirse en escenarios para fortalecer y estrechar lazos entre ambos. Solo sigue estos consejos y aprende a fortalecer una relación laboral estable con tu pareja. ¡Inténtalo!
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